Reimond Manco toca el balón junto a su hijo y vuelve a sentirse niño. El futbolista se ilusiona como un infante al ver cómo toca, con la derecha, Reimond Manco Junior. Toque y toque. De aquí para allá. De allá para acá. Y el ex ‘Jotita’, hechizado en el encanto de su retoño, se imagina por unos segundos a su hijo corriendo en un campo de fútbol con la camiseta ‘10’.
No importa si es Alianza Lima u otro. Total, Junior – piensa Reimond Manco - decidirá si continuar o cortar de la herencia de un hinchaje familiar. Pero lo más importante es cumplir su sueño, tal y como lo hizo papá en su momento.
Evidentemente, Reimond Manco se inquieta, cual ‘Jotita’ clasificando a un Mundial, por ver a su heredero convertido en un ‘10’, tal y como lo hizo él en la era Juan José Oré. Pero para que su sueño se concrete faltan muchos años y una formación de calidad.
Dicen que lo que se hereda no se hurta y Reimond Manco, a pesar de las críticas que despierte la línea de carrera que decidió seguir, es de los últimos futbolistas que generó atracción en el mercado europeo (donde casi no existimos) por su calidad técnica.
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