¿Cuál es el mensaje que les damos a los jóvenes de la Reserva?
Me lo pregunto una y otra vez cuando veo que llegan refuerzos en puestos en los que hay menores con talento con posibilidades de minutos de juego en el primer equipo. Y no solo se trata de las instituciones de provincia con un inadecuado –por así decirlo- trabajo en formación de menores ni tampoco de los errores en la política de la bolsa de minutos en el Descentralizado, sino de la mala forma de promocionar jóvenes en los cuadros más grandes del Perú.
El más claro ejemplo en los últimos tiempos es Cristal, pese a que viene trabajando bien en menores. Tomemos casos. Uno es Aquino. El volante siempre fue un promisorio jugador que cumplió varios años en la Reserva a costa de jugadores con quienes competía en los entrenamientos –Cazulo y Ballón- y le era imposible tener una oportunidad en el equipo titular hasta tener ¡21 años! Beto da Silva es otro. Ubicado como volante por derecha en un principio por Mosquera en un partido ante Alianza cuando solo tenía 16 años, pasó a ser usado como último recurso en los últimos meses que le quedaban en Cristal durante la época de Daniel Ahmed, para después destacar en poco tiempo en el campeonato, no renovar contrato e irse directamente hacia Holanda sin dejar el dinero que el club esperaba.
Ahora, tras la llegada del uruguayo Diego Ifrán, el mensaje puede ser parecido hacia Santiago Rebagliati como otros prospectos de un conjunto que se ha paseado en el Campeonato de Reservas. Ifrán llega a los celestes con un gran historial de participaciones en el extranjero como también de lesiones en su carrera profesional. Si Santiago Silva no ha funcionado, ¿por qué la chance no la tuvo Succar o el propio Rebagliati? De acuerdo a una fuente, el ahora delantero de la San Martín –quien tuvo un gran partido contra Alianza Lima- no llegó a César Vallejo a inicios de año, dado que se le había prometido que iba a tener más oportunidades en el equipo de Soso. ¿El resultado? 609 minutos; es decir, ni llegó a siete partidos completos en todo el Descentralizado 2016.
El caso de Rebagliati es similar. ¿Qué más tiene hacer un chico para ser titular en el fútbol peruano? ¿Acaso no basta con ser el goleador de la Reserva? ¿Acaso no basta con marcar seguidamente para que uno sea promovido? Con 20 años, ya casi maduro en la corta carrera profesional de un futbolista, Santiago apenas tiene ¡28 minutos! en esta temporada.
Como dijo hace un tiempo un ex vicepresidente del Barcelona sobre Guardiola en su paso por el club. "La tarea de Pep es más perenne y de mayor recorrido que lo que algunos puedan imaginar. Se trata de consolidar un proyecto y conseguir que el ADN del Barça (diseñado y elaborado por mucha gente durante años) recale en el club y le permita ser el transmisor de unos valores que pueden realzar la historia futura de esta institución". La tarea de la promoción de jóvenes parte desde una directiva hasta el propio técnico que les da una chance a los menores para tener una oportunidad en la Primera División. Barcelona no necesariamente se queda con sus jugadores de 'La Masía'; sí les da minutos de juego a muchos chicos que posteriormente aparecen en La Liga de España. En el Perú no vemos esos casos. No necesariamente todos deben ser Farfanes, Guerreros o Cuevas, todos merecen una chance y no se las están dando, sino cumpliendo con una obligación a una bolsa de minutos a las cuales tienen que estipularse en las reglas.
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