Gonçalo Guedes tiene los vicios que todo padre quisiera extirpar en su hijo: no lee, no ve noticias, no se interesa por la política; le gusta estar con los amigos y quedarse hasta tarde. De muchas cosas se le puede acusar al atacante del Valencia, pero nunca de ser flojo.
Reconvertido en extremo derecho por su capacidad de recorrer la banda, Gonçalo Guedes sigue sudando la gota gorda como viene haciéndolo desde los 6 años, cuando Benfica lo fichó. Desde su pueblo natal, Benavente, había que recorrer 130 kilómetros diarios para ir y volver desde Lisboa, donde las 'Águilas' entrenan.
Dicen que de tal palo, tal astilla, y si Guedes nunca se quejó por el esfuerzo, tampoco lo hizo su padre, quien tenía que conducir todos el doble de kilómetros. "Mi padre se había mudado a Lisboa. Allá trabajaba. Cuando entré al Benfica, todos los días me recogía y me llevaba a la ciudad. Yo esperaba a que saliera del trabajo y luego regresaba con él a casa", recuerda Gonçalo en Besoccer.
No era solo el amor filial lo que movía a Rogério Guedes a hacer ese sacrificio. Era consciente del talento de su hijo, quien le decía, no con palabras sino con goles, que todo el esfuerzo valía la pena. "Gonçalo tenía dos semanas ahí, y en su primer partido, Benfica gana 5-0 con cinco goles suyos", revela en al diario O Mirante.
Siempre adelantado para su época, siempre por encima del nivel normal de los jugadores de su edad, Gonçalo Guedes debutó en el Benfica con 17 años. Con 20, PSG pagó US$ 35 millones por la nueva estrella del fútbol portugués, antes de irse a préstamo al Valencia. "Siempre lo molesté por no interesarse en libros o en política. No tiene ídolos en el fútbol porque prefiere estar con sus amigos que verlo. Pero nació con talento, y me ha demostrado que siempre supo cómo ganarse la vida", agrega Rogério.
Era imposible que Fernando Santos, DT de Portugal, se mantenga al margen del crecimiento de esta estrella. Y fue así que, a la hora de escoger a los 23 para el Mundial Rusia 2018, dejó fuera a Nani, Eder, dos consolidados y habituales con la 'Seleçao', y se llevó a Guedes. La discusión ya no es si Gonçalo debe estar en la lista: ahora se debate si debe ser titular o no.
André Silva ha sido el '9' de Portugal después de la Eurocopa. Con solo 22 años, era una promesa tan grande como Guedes, o aun mayor. Llegó al Milan, pero su temporada fue muy pobre: en 38 fechas, solo fue titular en 7, anotando dos goles. Gonçalo arrancó en 27 de las 38 jornadas de la Liga.
Esto no hubiese puesto en jaque a Silva si Guedes no brillaba como lo hizo ante Argelia, el jueves. Fernando Santos lo probó en su antigua posición, de '9' junto a Cristiano Ronaldo, y la figura del Valencia probó que, con 21 años, conoce el puesto de sobra: dos goles en los que quedó constatado que, además de velocidad, sacrifico y hambre, tiene todas las virtudes de un delantero: definición, ubicación, cabezazo, etc.
"La decisión cae en el entrenador. Quiero tener la mayor cantidad de minutos posible y ayudar en lo que pueda al equipo. Me siento bien y con muchas expectativas", declaró Gonçalo Guedes sobre su posible titularato en el debut mundialista contra España.
Además de llegar en mejor momento que Silva, y de demostrar que se entiende tan bien con Cristiano Ronaldo como él, ha probado su capacidad para rendir en distintas posiciones. Portugal no tendrá más amistosos hasta el Mundial. Si los amistosos sirven para ganarse el puesto, Gonçalo Guedes ha hecho su trabajo.