El mundo vive un escenario impredecible por el COVID-19 y las principales economías se han visto afectadas. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto un fondo de recuperación de hasta 750.000 millones de euros para salir de esta profunda recesión, pero deberán convencer a los 27 mandatario del bloque.
Y es que la pandemia surgida en China a fines del 2019 ha provocado hasta el momento más de 170 mil fallecidos en Europa, además de una contracción del 7,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión Europea, según datos aportados por Bruselas.
“La Comisión propone un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros [825.000 millones de dólares, ndlr] (...) Un avance europeo para hacer frente a una crisis sin precedentes”, tuiteó el comisario europeo de Economía, el italiano Paolo Gentiloni.
Pero no será una situación fácil para la Comisión. Los miembros enfrentan su mayor reto en los últimos meses sabiendo que los 27 mandatarios, que deben aprobar su plan, no esconden sus diferencias y reproches sobre cómo salir de la crisis provocada por la pandemia.
La principal diferencia que existe entre el bloque es si la ayuda a los países más afectados, léase España e Italia, será mediante préstamos -como reclaman Países Bajos y sus tres socios “frugales”- y aumentar su ya abultada deuda, o mediante ayudas directas.
París y Berlín propusieron recaudar este dinero a partir de la emisión de deuda en los mercados por parte de la Comisión y repartirlo en forma de ayudas no reembolsables. La Haya, Viena, Estocolmo y Copenhague abogaron por préstamos reembolsables, con condiciones favorables.
Del total, Italia recibiría hasta 81.807 millones en ayudas directas y 90.938 millones en préstamos, mientras que para España estarían destinados 77.324 millones en subvenciones y 63.122 millones en créditos reembolsables, según un documento que pudo ser consultado por la AFP.
Contenido GEC