Juan Martín Del Potro tiene motivos de sobra para ser optimista. El argentino parece haber dejado atrás los problemas físicos y está más cerca que nunca de recuperar su etiqueta de Top 10, una posición que no luce desde el 10 de agosto de 2014. Esta temporada terminó a soloun paso de la élite del circuito, en el número 11 del ranking ATP y en el inicio de 2018 arrancará sin la presión de defender un solo punto hasta febrero.
El argentino recuperó durante 2017 la alegría en la pista, la capacidad de sentirse competitivo durante un gran número de semanas y en el último tramo del año impartió su mejor tenis, que le permitió acelerar en la clasificación para quedarse a las puertas del Top 10. A partir de su actuación en el US Open, Del Potro registró un récord de partidos de 20-5.
Entre septiembre y noviembre, el de Tandil ganó el 80% de los 25 partidos que disputó, cediendo únicamente ante el No. 1 Rafael Nadal en las semifinales del US Open, el entonces No. 8 Grigor Dimitrov en la segunda ronda del China Open, el No. 2 Roger Federer en las semifinales del Shanghai Rolex Masters y la final del Swiss Indoors Basel, además del No. 14 John Isner en cuartos de final del Paris Rolex Masters.
“La valoración del año es muy buena”, reconoció Del Potro después poner punto y final bajo la pista cubierta francesa, quedándose a solo una victoria de poder clasificarse para las Nitto ATP Finals. “He terminado una temporada muy buena y la acabo con la última energía que me quedaba”, reveló el argentino que no culminaba un curso tan exitoso desde 2013.
Acompañado por las lesiones, el espigado jugador de 1,98 m. no terminaba de despegar. Las interrupciones por problemas físicos le impidieron tomar el ritmo entre 2014 y 2015, en los que apenas disputó 14 partidos. Su posición en el Emirates Ranking ATP llegó a caer hasta el No. 1045 en febrero de 2016. Debía empezar de cero. Y así lo hizo el pasado curso para ir carburando hasta que en 2017 ha podido reencontrarse con su versión más competitiva.
“Hace dos meses tenía una situación distinta y ahora puedo terminar cerca del Top 10, algo que nunca imaginé después de mi vuelta al tenis”, señaló orgulloso el pasado mes de noviembre tras despedirse de un año sobresaliente, que arrancó en febrero. Lo hizo en Delray Beach, donde se presentó en semifinales (p. con Milos Raonic).
Una serie de partidos en el Abierto Mexicano Telcel en Acapulco y en Indian Wells frente a Novak Djokovic, ambos a tres sets, dieron síntomas de que Del Potro iba a ser uno de los jugadores más peligrosos del año. Había vuelto para quedarse. Pero aún le faltaban algunos ajustes para derrotar a los mejores.
En el Internazionali BNL d’Italia regresó a los cuartos de final de un ATP Masters 1000, algo que no pasaba desde París-Bercy 2013. Su paso por Roland Garros (p. en R32 con Murray) y Wimbledon (p. en R64 con el No. 589 Gulbis) fue discreto. Pero todo cambió tras la gira por Estados Unidos, su territorio fetiche. El mismo escenario que ha alumbrado sus mayores éxitos, fue testigo de su resurrección durante esta campaña.
Si bien en la Coupe Rogers de Montreal se vio sorprendido por la revelación del torneo Denis Shapovalov, a partir de la siguiente cita en el Western & Southern Open de Cincinnati no cedió ante un solo rival de ranking inferior. En el US Open dejó fuera al No. 13 Bautista Agut, al No. 8 Dominic Thiem y al No. 3 Roger Federer en su camino hasta las semifinales.
En el China Open en Pekín fue Dimitrov el que detuvo su camino en la segunda ronda, mientras que en el ATP Masters 1000 Shanghái fue Federer en semifinales el que vengó su derrota en Nueva York. Una semana más tarde en el Intrum Stockholm Open levantó su primera corona del curso (d. a Dimitrov) y la No. 20 de su carrera.
El sprint final de 2017 terminó con una final más en Basilea (p. con Federer) y en París-Bercy las fuerzas le bastaron para quedarse en cuartos de final. “Este final de año me motiva y me da mucha ilusión para poder empezar 2018 jugando en Australia y en todos los torneos que me salté esta temporada”, advirtió el argentino que sólo puede sumar en enero.
Del Potro, que no disputa el Abierto de Australia desde 2014, no oculta su deseo de poder arrancar en Melbourne firmando una buena actuación. “Ojalá pueda comenzar bien. Tengo mucho por sumar porque en esta primera parte de año no tuve buenos resultados, así que será un buen desafío”, sentenció una raqueta con crédito ilimitado para soñar en 2018.
Fuente: ATP