Novak Djokovic estuvo en el lugar que le asignaron para el partido contra el español Pablo Carreño, en los octavos de final del US Open. El serbio se refrescó mientras las autoridades del encuentro discutían en el centro de la cancha cuál sería la decisión con respecto al pelotazo que lanzó el tenista contra una de las juezas.
Cuando los oficiales terminaron el debate, el supervisor llamó al número uno del mundo para brindarle una larga explicación. Como es evidente, ‘Nole’ se defendió y hasta intentó hacerle cambiar de parecer, pues consideró que la árbitra no había sufrido lesiones graves a pesar de haber caído a la superficie dura luego del impacto.
“Ella no ha tenido que ser atendida en el hospital”, advirtió Djokovic. “¿Vas a descalificarme en esta situación? Mi carrera, un Grand Slam, la Pista Central...”, añadió el serbio que buscaba reanudar las acciones contra el español Carreño.
El veredicto de las autoridades no se modificó. Entonces, el deportista se despidió del rival, ordenó sus pertenecías, abandonó la cancha. ‘Nole’ tuvo contacto con los medios de comunicación en la conferencia de prensa.
El oponente de Djokovic se sorprendió por la escena
Pablo Carreño también esperó la resolución del incidente. El español, que avanzó a la siguiente etapa del US Open defendió a su colega. “Novak es un gran jugador y una gran persona”, declaró y admitió que estuvo en “shock” por todo lo acontecido.
“No vi el momento en el que lanzó la bola. Estaba mirando a mi entrenador celebrando el punto y cuando volví a mirar la jueza estaba en el suelo. Soy muy aprensivo con este tipo de cosas así que estaba un poco en shock”, confesó.
“No creo que nadie, ninguno de nosotros, lo hace de forma intencional. Es el momento, le rompí el saque y tiró la bola. Creo que fue mala suerte”, concluyó el tenista de 29 años a los medios.