Roger Federer no es humano. No puede serlo. Las leyes de la física no se aplican a él y el tiempo no parece tener influencia en su cuerpo. El suizo es de esas estrellas que cada tanto pasan por este planeta para deslumbrarnos, a nosotros los simples mortales, con una grandeza inigualable. Y dichosos quienes vivimos para presenciarlo y dar fe de ello.
Una prueba de ello fue el pasado domingo, en Wimbledon. Con 35 años y 342 días, ‘Fed’ se consagró como el campeón más veterano en la historia del torneo. Pero la gesta no terminó ahí, pues lo hizo invicto, sin perder un solo set. Nadie lo había hecho en los últimos 41 años, cuando el gran Bjorn Borg ganó su primer título en el All England Court.
Sí, consiguió romper una marca histórica. Sin embargo, aún tiene una deuda consigo mismo y con los millones de seguidores que tiene en todo el mundo. A pesar de ser uno de los mejores que haya tocado una raqueta, hay un título que no ha podido conquistar.
Roger Federer ha ganado 19 Grand Slams, un título de Copa Davis y otro de Copa Hopman, pero son los Juegos Olímpicos los que lo han alejado de tener el palmarés perfecto.
En Pekín 2008, el 'Expreso' ganó su primera medalla, y como no podía ser otra, consiguió la de oro junto a Stan Wawrinka. Fue en dobles pues fue eliminado en cuartos de final.
En la siguiente edición fue en busca de la revancha, pero tuvo una recompensa agridulce: se llevó la de plata. Perdió ante el local Andy Murray debido al cansancio.
Con casi 36 años, Roger Federer espera estar presente en Tokio 2020. El suizo asegura que quiere retirarse en diez años más, pero si sigue jugando como ahora, quién sabe cuándo o cuál será su límite.