Siempre conviene recordar que la Selección Peruana, que el fútbol peruano, tuvo atacantes ilustres desde épocas históricas. Paolo Guerrero es, quizá, una especie de heredero de aquellos arietes nacionales que hicieron resonar su nombre en Europa, como Valeriano López, el ídolo del Sport Boys, que se dio el lujo de rechazar una oferta del propio Santiago Bernabéu para fichar por el Real Madrid.
Bernabéu, por entonces presidente de la entidad blanca, viajó a Sudamérica para cerrar el acuerdo con Valeriano, pero el delantero no aceptó la oferta porque no deseaba estar lejos de su familia. Eran otros tiempos, desde luego. Pero Bernabéu tenía un plan B, un argentino llamado Alfredo Di Stéfano, que jugaba por el Millonarios. Él sí aceptó la oferta, y resto es historia.
"Fui a buscar a Valeriano, porque jamás había visto un cabeceador tan extraordinario, pero luego volví por Alfredo. Y no me quejo... porque me dio cinco Copas de Europa", confesó alguna vez el expresidente del Madrid.
Su mejor momento, con Sport Boys
Valeriano López tenía una capacidad única para el gol. En sus tres primeras temporadas, entre 1946 y 1948, fue el máximo goleador del fútbol peruano, con 62 goles en 54 partidos. Aunque en 1951 llegó su mejor momento. Con camiseta de Sport Boys, marcó 31 goles en 16 partidos. Y en la final ante Deportivo Municipal, marcó los tres tantos con los que los 'rosados' ganaron el campeonato de ese año.
¿Y con la Selección?
Con la blanquirroja tuvo un paso fugaz, pero importante. Fue el máximo artillero de los Juegos Bolivarianos de 1947, pero su mejor exhibición llegó en el Campeonato Panamericano de Fútbol de 1952. En este certamen, el 'Tanque de Casma', como se le conocía a Valeriano, marcó cinco goles de cabeza en la goleada por 7-1 contra Panamá; y también consiguió un doblete en el 3-0 frente a México.
Ídolo en Cali
En 1949, fue sancionado por escaparse de la concentración de la selección peruana días antes del Sudamericano de ese año. Y entonces decidió irse a Colombia, al Deportivo Cali, donde jugó entre 1949 y 1950. Precisamente, en ese lapso de tiempo fue que se produjo la visita de Santiago Bernabéu y la ya contada oferta rechazada al Real Madrid.
Valeriano llegó a Colombia en un gran momento, en el 'Edad de Oro' del fútbol 'cafetero', donde cuentan, armaba cigarrillos con los dólares que recibía y se los fumaba. Un capricho bastante ostentoso, que luego, al final de su carrera, le terminaría pasando factura.
Huracán y Alianza Lima
Llegó también al Parque de los Patricios en 1953, donde su indisciplina y una lesión no le permitieron mostrar su capacidad, sólo jugó 18 partidos y anotó 10 goles.
Luego regresó al Perú para jugar por Alianza Lima por tres temporadas (54, 55 y 56), aportando con goles y logrando el Campeonato Peruano de 1954 y 1955.
Finalmente, en 1960 regresó al Sport Boys tras un breve paso por la Segunda División, en el Mariscal Castilla. Y ya en el último aliento de carrera, retornó al Deportivo Cali en 1961, y luego de anotar 4 goles en 8 partidos fue separado del club por indisciplina, retirándose definitivamente.
Logró, entre otros récords, el mejor promedio de gol (1,04) en la era Profesional del Fútbol Sudamericano, con 207 goles en 199 partidos oficiales de Primera División; y también es el único jugador en la historia de la Liga Colombiana de Primera División que anotó en 12 partidos consecutivos, alcanzando 23 goles.
Falleció a los 68 años en el Callao.