Como un disfraz puede desatar la locura. Antoine Griezmann, delantero de la selección francesa y del Atlético de Madrid, ha sido censurado en su país natal por asociaciones anti-racistas al haberse disfrazado de jugador de baloncesto negro.
El consejo representativo de las asociaciones negras de Francia (CRAN) demandó este lunes que condenen públicamente su gesto a la ministra de Deportes, Laura Flessel -ella misma afrodescendiente-; al presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël le Graët; al director técnico de la selección, François Blaquart; y al propio Griezmann.
"Pintarse la cara de negro ("blackface") es una práctica que viene de la esclavitud, que consiste en que las personas blancas se pinten de negro. El objetivo de esa práctica era, en general, vilipendiar a los negros y hacerles objeto de burla", lamentó en un comunicado la agrupación.
Griezmann, de 26 años, colgó una foto en las redes sociales el pasado domingo en la que figuraba vestido con una peluca de pelo rizado negro, con el cuerpo y el rostro pintados también de negro y ataviado con un equipamiento de jugador de baloncesto.
El delantero colchonero, un confeso aficionado a la NBA, añadió un breve mensaje: "80's party" ("fiesta de los años 80") junto al emoticono que ilustra una carcajada.
Ante el aluvión de críticas, la estrella del Atlético de Madrid se disculpó el domingo por la noche.
"Admito que ha sido torpe por mi parte. Pido disculpas si he herido a alguien", señaló.
Un gesto que CRAN ha considerado insuficiente, pues pintarse la cara de negro no es "torpeza", a su juicio, sino "un acto de racismo".
EFE