Hace más de 10 años, cuando Thiago Motta era titular en el equipo del Barcelona y Lionel Messi era apenas una promesa del club, el volante brasileño destacaba por su buen manejo del balón, pero también por tener una pierna fuerte para cortar pelotas. Por ello, cuando Leo, con la velocidad y aceleración que tenía en ese entonces, se escapaba por la banda en unas de las prácticas culés, a Motta se le pasaba un poco la mano para cortar a Leo.
No solo fue en uno, sino en varios entrenamientos de los azulgranas. Viendo como golpeaban a su hijo – mas Messi no que quejaba – fue el propio Jorge Messi, padre de Leo, quien se acercó a Motta a pedirle que no golpee muy fuerte a su hijo. “En un entrenamiento le entré muy duro a Messi y vino su padre a tirarme la bronca. Me dijo que iba demasiado fuerte”, contó el brasileño y ahora ex futbolista en una entrevista a ‘La Gazzetta dello Sport’.
Por otro lado, el italobrasileño Thiago Motta, centrocampista del PSG, comentó que esta temporada debe ser la última de su carrera y anunció que su intención en convertirse en entrenador de fútbol.
"He pasado aquí años muy agradables (seis y medio en el PSG) y lo que siento ahora es que este debe ser el último club de mi carrera", dijo en una entrevista publicada este martes en "L'Équipe" Motta, quien cumplirá 36 años el próximo mes de agosto.
El volante hizo balance de su carrera y lamentó especialmente no haber podido disputar la final de Champions League con dos de sus antiguos clubes: la del Barcelona en 2006 -ganada ante el Arsenal- y la del Inter de Milán en 2010 -vencida al Bayern de Múnich-.