Neymar tiene admiradores y detractores en todo el mundo. Para unos es el mejor jugador del planeta en la actualidad; para otros le falta mucho para estar a la altura de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. En medio de su partido con el PSG frente al Real Madrid, muchos han salido a destacar la individualidad del brasileño, pero otros, y con más experiencia, han preferido optar por criticar a un jugador que tiene la misión de ganar el Mundial de Rusia 2018.
Walter Casagrande, ex delantero internacional por Brasil, charló en SporTV sobre el partido de Neymar, a quien criticó duramente por su actuación en el Santiago Bernabéu. "Me incomoda que la mayoría de los aficionados y de los medios sigan dando palmadas en la espalda a Neymar. Demostró varias veces comportamientos no apropiados en un colectivo".
No solo eso, el ex jugador teme por lo que pueda suceder en el Mundial: "Ayer se llevó una tarjeta en el primer tiempo. Con una falta en el segundo lo habría echado el árbitro. Sería desastroso si lo hiciera en el Mundial".
Asimismo, Casagrande asegura que no está al nivel de los grandes cracks: "Y ahora hablan de llevarlo a otro lado porque no combina bien con Cavani. Estamos creando un monstruo y el problema es que algunos lo consideran un genio. Neymar no tiene la calidad de Messi, Maradona o Cristiano, que pueden o podían resolver un partido en cualquier momento. Es un niño mimado".
El PSG no tendrá tiempo para lamentarse: tras su derrota 3-1 del miércoles en el campo del Real Madrid, que complica seriamente su continuidad en la Champions League, tiene que pensar ya en el partido del sábado en la Ligue 1 francesa frente al Estrasburgo, en la jornada 26.
En el campeonato francés, el PSG tiene una ventaja cómoda, de 12 puntos sobre el Mónac, por lo que solo una serie de desastres encadenados parecen poder alejar a los de Unai Emery de la reconquista del título nacional.
Pero la prioridad esta temporada estaba en la Champions y una eventual eliminación a principios de marzo contra el equipo español hundiría la moral del PSG, por lo que las aguas bajan necesariamente revueltas.