Toman la calle. Liverpool volvió a proclamarse campeón en el fútbol inglés tras 30 años y los hinchas del equipo de Jurgen Klopp se adueñaron de la ciudad para convertirla en un verdadero infierno.
La corona de la Premier League se aseguró cuando el Chelsea venció al Manchester City por 2-1, un resultado que significa que el City ya no puede atrapar al Liverpool con siete juegos restantes. Para la ciudad de Liverpool, esta ha sido una fiesta en tres décadas, pero las restricciones continuas causadas por el coronavirus significaron que los fanáticos no pudieron celebrar en grandes multitudes.
Nada detuvo el paso furioso de Liverpool
Ni siquiera la venta de Philippe Coutinho a Barcelona en 2018 descarriló las ambiciones de Liverpool. En cambio, ese dinero fue reinvertido sabiamente para garantizar que la entretenida unidad de ataque tuviera una barrera robusta en la parte posterior con las tarifas récord mundiales pagadas por el portero Alisson y el central Virgil van Dijk.
Sin embargo, vendría más frustración. Después de liderar la liga durante gran parte de la campaña, Liverpool terminó solo un punto por detrás del ganador Man City la temporada pasada después de una de las carreras por el título más cercanas y entretenidas de la historia.
No había forma de detener al equipo de Klopp esta vez.
Con información de AP
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