El 'Puma' Carranza jugó casi 20 años consecutivos solo en Universitario de Deportes. Recibió varias ofertas, aún así el aguerrido volante decidió vestir siempre la camiseta crema. Soportó la mudanza del Lolo Fernández al Monumental, el paso de varios presidentes y buenos o malos momentos, pero nunca se fue. ¿Por qué no existen más casos similares hoy?
Alta fidelidad
Ricardo Farro (San Martín) y Carlos Lobatón (Sporting Cristal) son los futbolistas más 'fieles' en cara al Descentralizado 2017. Cumplirán doce años sin cambiar de equipo esta temporada. 'Loba' debutó a los días de su presentación, mientras que el arquero lo hizo una temporada después.
"Desde que yo llegué al club me trataron de la mejor manera. Me brindaron un cariño inmenso. Siempre entro a la cancha a demostrar y con eso agradecerles el cariño que me dan", son las palabras de Carlos Lobatón con las que demuestra su gratitud por Sporting Cristal.
La realidad del balompié sudamericano aumenta la tentación a la infidelidad futbolística. Los clubes de Europa llegan con exuberantes ofertas provocando que los futbolistas crucen el charco, más allá del gran cariño que pueden tener por su institución. Billetera mata galán.
Paolo Guerrero es un gran ejemplo. El delantero nacional es hincha de Alianza Lima, y frecuentemente lo hace público, pero no ha disputado ni un solo minuto en el club que lo formó. Apenas cumplió 20 dejó el barrio de La Victoria y se mudó a Múnich. Quince temporadas después, aún no sabe lo que es jugar en el torneo local.
Hay otros casos de futbolistas que se formaron en el club de sus amores, pero nunca tuvieron la oportunidad de debutar. Se van prestados muy rápido a otros equipos, siendo muy pocos los que regresan y se consolidan. La gran mayoría deambula entre varios clubes, hasta que se pierde el rastro de dónde iniciaron su carrera.
Cosa de 'compadres'
Muchos futbolistas sueñan en ser figuras y jugar por varios años en Alianza Lima o Universitario de Deportes, los dos clubes tradicionales en nuestro país con casi un siglo de rivalidad. Pero, ¿pasar inmediatamente al rival de toda la vida? Casos existen, y el factor económico es la gran razón.
"Tengo familia y quiero asegurar mi futuro. No me gustaría más adelante, cuando deje el fútbol, tener que hacer taxi para mantenerme", fueron las palabras de Juan Reynoso cuando dejó Alianza Lima para jugar por la 'U', el 18 de enero de 1993, en uno de los pases más recordados de nuestro fútbol.
El 'Cabezón' pudo ser ídolo blanquiazul, pero una mejor oferta crema lo hizo pasar al otro bando. Un caso a la inversa fue el de Eduardo Esidio, goleador y campeón crema el 2000. Ante una altísima propuesta de Alianza Lima no dudó en cambiar de colores.
Kevin Quevedo hizo noticia hace unos días al dejar la 'U' y pasar a Alianza Lima. Sin oportunidades en Ate, el volante alegó que "solamente quiero jugar y he priorizado eso", dejando en segundo plano si fue por un mejor sueldo o no.
Édgar Villamarín fue el último caso: en enero de 2010 se mudó del Monumental a Matute.
"Yo me entregué al club. Yo dije que nunca me voy y nunca me fui. La 'U' es mi camiseta. Me entregué al club cada minuto que jugué. Nadie puede decir lo contrario. Yo soy de la 'U' toda la vida.", explicó alguna vez José Carranza, quien a finales de los 80 se puso la camiseta 'crema' para no quitársela nunca más. ¿Veremos a otro futbolista de esa trayectoria en nuestro país?