El UFC 200 del próximo 9 de julio será, sin duda, el evento de artes marciales mixtas más esperado del año. No solo por los tres cinturones que se pondrán en disputa, sino también porque este evento marcará el regreso de una leyenda de la talla de Brock Lesnar.
La última vez que Brock Lesnar pisó el octágono de la UFC fue el 30 de diciembre de 2011, cuando fue noqueado por Alistair Overeem. Esto ocurrió un año después de que la 'Bestia' fuera derrotado por la misma vía en manos de Caín Velásquez, perdiendo su cinturón de pesos pesados de la compañía.
Sin embargo, Brock Lesnar considera que, en igualdad de condiciones, no debió perder ninguna de las dos peleas. Y le atribuyó las derrotas a la enfermedad llamada diverticulitis (trastorno digestivo que afecta a los intestinos) que lo aquejaba por aquel entonces.
"Terminé siendo vencido por rivales con los que en mi mente nunca debí haber perdido. Perdí ante la diverticulitis. Perdí ante Caín Velásquez. Perdí ante Alistair Overeem. No estoy aquí para vengar ninguna otra derrota más que la derrota ante la diverticulitis", le dijo Brock Lesnar a MMA Fighting.
"Cuando estuve en el octágono en algunas de mis últimas peleas, creo que no fui el hombre que necesitaba ser. Yo fingí. Fingía estar allí. Yo fingía que era más poderoso que esa enfermedad, pero en verdad no lo era", finalizó Brock Lesnar, quien tras el UFC 200 volverá a la WWE.
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