Fue una de las mejores peleas del año, en donde se vio demás. Conor McGregor pagó caro su retorno a la UFC tras medirse con el ruso Khabib Nurmagomedov en la esperada pelea estelar del UFC 229, desarrollado en el T-Mobile Aren de Las Vegas. Una derrota que hasta la fecha sigue hablándose en redes sociales.
El peleador irlandés de artes marciales mistas fue derrotado por sumisión sobre el octágono en cuarto asalto de su combate por el título de los pesos ligeros de la compañía, en un duelo dominado por su oponente, que mantiene un invicto histórico de 27 peleas exitosas. El ruso es el presente de este deporte en la actualidad.
Después de su contundente caída, McGregor solicitó una revancha a través de las redes sociales y destacó el "buen golpe" recibido en el último máximo evento de las artes marciales mixtas.
Sin embargo, deberá esperar un tiempo prudente para retar otra vez a Nurmagomedov, si la UFC lo permite luego de la bochornosa batalla campal que se desató en el recinto luego de la pelea.
Por ahora, los estragos de la contienda en el rostro del irlandés, evidenciados en fotografías, contrastan con los daños recibidos por Nurmagomedov, quien acabó con un pequeño corte sobre la ceja.
Mediante una revancha, McGregor pretende revertir su discreto regreso al octágono, luego de su enfrentamiento ante el estadounidense Floyd Mayweather en un ring de boxeo y de protagonizar varias polémicas extradeportivas.