Ser el hombre más fuerte del mundo casi le cuesta la vida para Eddie Hall. El británico logró levantar 500 kilos y rompió el récord anterior, pero se desmayó a penas soltó las pesas.
Hall se paró en medio de la barra, agitó los brazos, se agachó, tomó la barra y se levantó, con los brazos rectos y tensados. Los segundos comenzaron a transcurrir. El público estaba extasiado.
Parecía que su cabeza iba a explotar, y no es exageración. El hombre logró levantar media tonelada por 10 segundos pero a penas pasó el tiempo requerido, se desplomó. Los asistentes pensaron que lo hizo por la emoción, pero la verdad es que en realidad no podía seguir de pie.
"La presión en mi cuerpo fue surrealista. Me desmayé, sangré por la nariz. No es saludable hacer algo así. Casi me mata", contó al Yorkshire Evening Post. Es por ello que espera que nadie pueda batir su marca, por lo menos por varios años.
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