Adiós a la presión de los primeros minutos. Cristiano Ronaldo abrió la cuenta ante el Celta de Vigo con un potente remate de zurda para seguir aumentando su registro goleador con el Real Madrid. El luso lo celebró de forma muy efusiva con sus compañeros y comando técnico.
Ni bien marcó, corrió al banco de suplentes y tras los abrazos respectivos, chocó fuertemente las palmas con sus compañeros, en señal de felicidad, pero sobre todo, de descarga ante la presión de las últimas fechas en el torneo español.
Es 'CRDios': Cristiano marcó un golazo al Celta que dejó inmóvil a Sergio Álvarez
Al equipo de Zinedine Zidane le basta con puntuar en Vigo e igualar el resultado del Barcelona el próximo domingo para proclamarse campeón.
Matemáticamente necesita 4 puntos de 6 para ganar el título de la Liga Santander. Así, el Real Madrid se juega la vida y el Celta únicamente su orgullo, tras quedarse sin opciones de luchar por los puestos europeos.