Había ingresado a los 70 minutos y una lesión casi lo saca del partido -y hasta pudo dejarlo fuera de la temporada-, pero continuó, acompañó la jugada, pidió el balón y anotó el último gol de aquel 5-1 del sobre el Olympique Lyon en la vuelta de los octavos de final de la Champions League.

Rápidamente encendió las alarmas y el cuerpo médico del club lo atendió mientras los demás jugadores festejaban el pase a cuartos de final. Pasaron los días y se supo cuál era la lesión que lo aquejaba y cuánto tiempo estaría fuera de las canchas. Hoy, dos semanas después, Ousmane Dembélé sigue trabajando a buen ritmo para recuperarse de la lesión muscular que, a priori, debía dejarlo un mes fuera.

Sucede que el Barcelona se juega la primera gran prueba en Old Trafford el próximo miércoles 10 de abril por la ida de los cuartos de final de la Champions League y el campeón con Francia es imprescindible para Ernesto Valverde, por lo que el técnico deberá valorar si es conveniente avanzar su vuelta cuatro días antes, en el Camp Nou, ante el Atlético de Madrid.

El ex del Borussia Dortmund espera llegar de la mejor forma al vital duelo en Inglaterra, donde Barcelona se juega las chances de clasificar en su cancha a la semifinal. Si Dembélé llega con ritmo, su rendimiento puede sumar con creces al equipo que lidera Lionel Messi.

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