Real Madrid pasó un fuerte susto cuando Iago Aspas cayó en el área. El árbitro fue directo al campo del conjunto merengue, pero ante la sorpresa de todo el Celta de Vigo, el juez del partido le sacó la segunda tarjeta amarilla al atacante de Balaídos por, según él, fingir.
En el momento más caliente del partido, cuando el Celta se encimaba al Real Madrid, se produjo una jugada que no se borrará de la retina de los jugadores de Vigo, ni de los hinchas del Barcelona.
Iago Aspas recibió un pase en profundidad y se disponía rematar a gol. Sin embargo fue interceptado por Sergio Ramos, cayendo así en el área defendida por Keylor Navas. Todos pensaron que fue penal.
Es más, el propio árbitro confundió a todos con su movimiento. Sin embargo, el propósito del juez fue el de amonestar a Iago Aspas por fingir una falta. Lamentablemente el atacante ya estaba amonestado, por lo que recibió la máxima pena.
Nadie lo podía creer. Si bien la acción podría no pasar como penal, la amonestación por fingir fue extrema, razón que cuasó polémica en el partido. ¿Influencia o un simple error? Creemos lo segundo, ¿y tú?