Debo hacer una advertencia antes de invitarlos a pasar: mucho de este artículo se inspiró en esta entrevista de Diego Torres, para el diario El País, a Mauricio Pochettino, publicada horas antes de la histórica clasificación del Tottenham a la final de la Champions.
Si buscan reflexiones largas de Mauricio Pochettino sobre fútbol, táctica y manejo de jugadores, les recomiendo que vayan a la nota mencionada. Apoyado en varias de esas citas, intentaré sustentar sus conceptos, especialmente el de 'desarrollo táctico', que 'Poch' pone por delante de los clásicos sistemas (4-4-2, 4-3-3, etc).
Acaso por su niñez, muy ligada a la naturaleza –nació y creció en la localidad de Murphy, Santa Fe, y tuvo a dos agricultores como padres–, Mauricio Pochettino cree en la energía. En la supremacía de la persona sobre los esquemas.
"Estamos aquí para que el legado que dejemos en los futbolistas no sea solo interpretar mejor el juego, sino que encuentren la paz que, por lo general, en este mundo no existe", dice a El País.
Una filosofía que ha dado frutos en todos sus clubes –Espanyol, Southampton, Tottenham–. Sus jugadores llegan a su punto más alto y se cotizan. A continuación, un especial interactivo que lo grafica. Es de abril de 2017, pero su vigencia es indiscutible.
Pochettino, que acaba "involucrándose emocionalmente" con sus futbolistas según él mismo admite, tiene la convicción de que el orden y rigor táctico lo hacen los futbolistas. No hay esquemas preestablecidos ni finitos. Al menos no para los no-millonarios.
"Liverpool es siempre 4-3-3. Poco flexible. El City también. Y si no funciona Mahez, juega Silva; si no es Sterling es Sané; si no es Agüero, es Gabriel Jesús. Buscan en la calidad del individuo la capacidad de vencer al oponente sin buscar el desarrollo táctico para encontrar otras vías de mejora", explica.
Y agrega, con autoridad: "Si yo tengo 300 millones para invertir puedo buscar jugadores que sean determinantes de la forma que quiero jugar. Si no tienes esa posibilidad, tendrás que buscar esa flexibilidad en tu juego, el desarrollo táctico, para llegar a ello".
¿Es realmente flexible su Tottenham? Si bien parte de un esquema fijo, pues hay titulares y suplentes como en todo equipo, justo los partidos de cuartos de final y semifinales de la Champions League dieron la oportunidad de apreciar la versatilidad del equipo de Mauricio Pochettino. Vamos partido a partido.
Ida de cuartos de final: Tottenham 1-0 Manchester City
En el primero de esos cuatro encuentros, 'Poch' tuvo disponible a su equipo titular (alguna polémica queda entre Aurier –lesionado– y Trippier, pero juegan de lo mismo). Por ende, podemos decir que el 4-4-2 elegido en el primer partido de Champions del Tottenham Stadium, es la base del entrenador argentino.
Fue un encuentro con mucha presión por parte de ambos, bastante friccionado (Harry Kane acabó lesionado y no ha vuelto a jugar) y de pocas ocasiones claras. Adelantando líneas cuando no tenía el balón, Mauricio Pochettino logró entorpecer el juego de posición de Pep Guardiola. Detalles, en el video de abajo.
Vuelta de cuartos de final: Manchester City 4-3 Tottenham
Si hubo un partido que Tottenham 'mereció' ser arrollado, era este. Mereció entre comillas porque siempre un resultado es merecido. Pero sí hubo un enorme desbalance en las cifras: el City tuvo 20 ocasiones de gol, 8 remates al arco, 63% de posesión y 593 pases contra 322 de los 'spurs'.
Para este encuentro, Mauricio Pochettino prescindió de Kane y de Harry Winks en la volante. El sistema a un 4-5-1 con tres volantes en primera línea. El objetivo era presionar la salida del City, pero Pep Guardiola aprendió de la primera vuelta y dejó de centralizar el juego para atacar por las bandas. Así, apabulló al Tottenham.
Para colmo, a Pochettino se le lesionó Sissoko. Y tan poco banco tenía que retrasó aún más a Alli –quien no siente la marca y perdió varios balones– para meter a Fernando Llorente. Con esto, cambió su forma de contraatacar: de transiciones rápidas a balones largos al español.
La jugada fue igual de ineficaz en el trámite y los 'spurs' acabaron jugando 4-5-1 y aguantando ataques, pero la corpulencia de 'Fer' permitió el 4-3 y la clasificación. ¿Había que jugar como el City para decir que fue 'merecido'? Así reflexiona 'Poch', en El País:
"Parece que el técnico que no habla de posesión, de automatismo de salida, de periodización táctica, no tiene conocimientos. Ves al Barcelona y al City y dices: '¡Hostia, el juego posicional!'. Muy bien pero ese juego tiene éxito cuando tienes ciertos elementos que pueden desarrollarlo".
Ida de semifinales: Tottenham 0-1 Ajax
Una nueva ausencia –Son, por acumulación de amarillas– obligó a Mauricio Pochettino a cambiar por tercera vez el sistema táctico. Esta vez fue un 3-5-2: línea de tres atrás, dos extremos y Llorente de '9', tratando de participar (sin éxito) del juego. Pero los relevos no se hicieron y Ajax le dio un paseo en el primer tiempo.
A diferencia de la ida contra el City, cuando de arranque planteó bien el partido, esta vez Mauricio Pochettino lo resolvió luego del descanso. El 'desarrollo táctico': es el juego, es el rendimiento de los jugadores lo que le dice cómo acomodarse en el campo. "Los sistemas son estructuras que te dan un punto de partida pero no pueden ser estáticos en el desarrollo del juego".
Entonces aprovechó una nueva lesión –Vertonghen salió por una conmoción– y metió a Sissoko, único capaz de romper líneas por el medio a base de fuerza y/o paredes cortas. Tottenham se posicionó en campo del Ajax y se adueñó del balón. El gol no llegó pese a las varias ocasiones, pero de dominado, Pochettino pasó a dominar.
Vuelta de semifinales: Ajax 2-3 Tottenham
Los regresos de Son y de Sissoko –desde el inicio– provocaron que Mauricio Pochettino vuelva a mover su pizarra. Con Lucas y Son arriba quiso combatir movilidad con movilidad, aprendiendo de lo sufrido en la revancha ante el City (el esquema es el mismo, pero con dos –Wanyama y Sissoko– en primera línea, ya no tres).
Pese a ello, Ajax nuevamente le dio un repaso en la primera mitad. Y como en la ida, a pesar de ir 2-0 abajo, Pochettino dio una clase maestra de lectura de juego, interpretó bien el 'desarrollo táctico' del encuentro. El cambio de Llorente por Wanyama fue crucial, además de valiente, y el planteamiento quedó así:
La clave fue Danny Rose: cuando el balón no pasaba por él, avanzaba hacia la primera línea de volantes. Aprovechando su desborde y que no tenía marca, comenzó varios ataques. Y a 10' del final, cuando Pochettino metió a Lamela por Trippier –de nefasta eliminatoria–, Sissoko jugó de lateral derecho. De tanto insistir, a pesar de los riesgos que tomó, llegó el 3-2 y el pase a la final.
Tottenham jugará su primera final de Champions League gracias a Moura, Son y otros factores, incluida la suerte en mayor o menor medida. Pero nada hubiese sido posible sin el 'desarrollo táctico' de Pochettino, que no busca títulos sino formar mejores personas, y que no se sonroja por no jugar como exige la modernidad.
"El fútbol ha perdido gente auténtica. Parecemos actores [...] Aquí vendemos la película de que hay entrenadores que han inventado el fútbol de posesión y no es así. A mí me encanta jugar con el balón. Pero si no tengo las herramientas ni los jugadores técnicos para jugar debo buscar una forma diferente", remata. ¿Firmas?
► Del Misti a Ámsterdam: Lucas Moura, el superhéroe inesperado de los 'hat-tricks' [PERFIL]
► Por ahora no, joven: la revelación de Pochettino sobre la posibilidad de dirigir a la Selección Argentina [VIDEO]
► Los cracks que coincidieron con Horacio Benincasa en Tottenham [FOTOS]
► Genio y figura: así fue el 'hat-trick' de Aubameyang ante el Valencia en Mestalla por Europa League [VIDEOS]