El deporte está lleno de jugadas fortuitas, donde el azar cumple un papel fundamental en diversas situaciones. Como se puede ver en , durante un partido entre Corea del Sur y Zambia, una acción casi acaba con la vida de Lee Sang-Min. 

Felizmente, gracias al buen actuar de su compañero Jeong Tae-Wook, el joven jugador -ya que era un partido sub 20- pudo ser reanimado y la acción quedó en una simple anécdota que pudo terminar en tragedia. 

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El salvador tuvo que realizarle una respiración boca a boca a su compañero para que éste pueda mantenerse estable hasta que llegara la ambulancia, que entró dentro del campo para llevarse al jugador. 

Luego se supo que Sang-Min sufrió una fractura en el cuello y estará, aproximadamente, tres meses sin jugador. El partido entre ambas selecciones culminó con un 4-1 a favor del conjunto asiático. 

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