¿No te ha pasado que en alguna 'pichanga' el árbitro te cobró falta y encima te amonestó solo por decirle a tu compañero que esa pelota es tuya y que te la deje?
¿Puede quedar inhabilitado tras ser denunciado ante la FIFA?
Si la respuesta es sí, seguramente corriste detrás del árbitro y le reclamaste hasta eufórico la razón de su cobro. "Pero no cometí ninguna falta", dijiste. Sin embargo el justificó su sanción solamente diciendo "técnico, técnico".
Debió ser frustrante, pero te contamos que el juez estuvo en toda su razón. Para resolver este gran misterio que molesta mucho y pocas entiendes, Depor se comunicó con la árbitro nacional, Silvia Reyes
Pido un aplauso: el gol de Raúl Ruidiaz del que todos hablan
"Las palabras mía o déjala se sancionan siempre que un jugador trata de engañar al adversario. Por ejemplo, si dos jugadores disputan un balón y uno cede la pelota por escuchar alguna de estas frases, se sanciona como tiro libre indirecto y se castiga con tarjeta amarilla", nos cuenta la juez.
"Eso sí, no es que esas palabras estén prohibidas en el fútbol. Un jugador las puede usar, siempre y cuando no tengan el objetivo de distraer a un rival e intentar sacar ventaja de alguna manera", agregó.
La jueza también nos explicó que procede parecido cuando se hablan lisuras. "En el caso de las groserías es igual: Por alguna falta de respeto hacía un compañero o rival, se castiga por conducta antideportiva y se amonesta al jugador. La sanción incluso puede terminar con la expulsión de un jugador. Pero todo depende del tono de la misma", complementó.
¿Te quedó claro? Como para que la próxima vez que te cobren un "técnico" en la 'pichanga', asumas como caballero y no te ganes la roja cuestionando la decisión del árbitro.
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