Por qué tres delanteros. Por qué no dos.
Siempre de espaldas. Como único delantero, el movimiento de Guerrero habitualmente es el mismo: retrocede para tener contacto con la pelota y descargar el pase. Bien sea para atrás o para uno de los dos costados de la cancha. Son pocas las veces que Paolo juega perfilado hacia el arco contrario. Y es natural: para una pareja de centrales resulta más fácil referenciar a un delantero que a dos. Sobre todo si no alterna sus movimientos con otros profundos.
Paolo no es un experto del desmarque (como por ejemplo sí lo es el mexicano 'Chicharito' Hernández). Es, más bien, un especialista en la definición. El partido contra Haití sustenta esta última afirmación: en noventa minutos, únicamente quedó perfilado de cara al arco contrario solo en dos ocasiones importantes: un remate fue desviado y el otro terminó en gol.
Gareca eligió en este partido colocar tres delanteros. Dos por las bandas (Flores por izquierda y Hohberg por derecha), una media punta (Cueva) y Guerrero como único centrodelantero. Las posibilidades de Paolo para anotar fueron escasas, no obstante el número de atacantes.
Hasta el momento del gol, la presencia de Guerrero pasó inadvertida. Tuvo poca participación en los acercamientos de la selección al área contraria y, en la mayoría de ocasiones, entró en contacto con la pelota en zonas estériles del campo.
Cueva tiende por vocación recostarse por la banda izquierda, pese a que es el llamado a ser el segundo delantero o mediapunta detrás de Guerrero. Por eso, Christian no es precisamente el factor distracción que requiere Paolo para ocupar espacios libres que solo no puede generarse por estar en desventaja (lo dicho antes: 1 delantero contra 2 centrales).
Por qué entonces tres delanteros. Por qué no dos.
Jugar con extremos requiere de una precisión importante. Hoy los jugadores que van por las bandas tiene tres características especiales: recorrido, desequilibrio y gol. En ese sentido, pregunto: ¿tenemos los jugadores ideales para jugar con extremos? En mi opinión, no.
En mi opinión, Perú debe jugar para Guerrero.
Paolo, como principal arma de cara al gol, necesita a alguien que le libere espacios para poder tener más participación en una zona en la que es letal: el área. Ruidíaz es una opción. Raúl tiene movimientos de otro tipo (pica a las espaldas de los zagueros, por ejemplo) que Guerrero puede aprovechar para ocupar espacios que no puede generarse solo y liquidar.
Colocar dos extremos teniendo en cuenta que Ecuador es fuerte por los costados termina siendo una contradicción de idea (pierdes juego y sorpresa). Los elegidos, ya no terminan siendo extremos (con vocación ofensiva notoria), sino carrileros (pensando más en resguardar el sector defensivo).
Dos delanteros comunicados es mejor que tres poco alimentados.
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#Perú vs. #Ecuador: #PaoloGuerrero es la gran preocupación del rival. https://t.co/1TRn6Msbim pic.twitter.com/QwKruKsFkb— Diario Depor (@deporpe) June 7, 2016