Hablar de Brad Pitt es referirse a uno de los actores más versátiles de los últimos tiempos. Ya sea interpretando a un funcionario de las Naciones Unidas en “Guerra Mundial Z” o a un cazarrecompensas en “Tren Bala”, el exesposo de Angelina Jolie nos deja claro que el sétimo arte es su género favorito. Eso sí, existe una pequeña mancha en la historia del histrión de Oklahoma que seguro querrá borrar para siempre.
Antes de ser el sex symbol que es en la actualidad, Pitt logró fichar en los noventa por un proyecto que se avizoraba como un rotundo éxito: “La sombra del Diablo”. Era dirigida por Alan J. Pakula y su trama era de un policía que descubre que tiene de huésped a un agente encubierto que pretende conseguir armas de fuego.
En aquel entonces, Brad Pitt no era la figura mundial de la actualidad, pero en la producción desearon esperarlo para contar con él en el filme. Tras grabar “12 monos” y “Entrevista con el Vampiro”, el actor se perfilaba a ser la única estrella del metraje, pero el estudio decidió contar con otro peso pesado tras bambalinas, siendo el legendario Harrison Ford el gran elegido.
Sin embargo, la inclusión a última hora alteró el funcionamiento de la cinta. El guion necesitaba darle más atención a Ford a la vez que se requería una gran química entre Pitt y la estrella de “Star Wars”. Pero los problemas realmente empezaron cuando Brad Pitt decidió renunciar a las grabaciones.
BRAD PITT Y LA VEZ QUE RENUNCIÓ A “LA SOMBRA DEL DIABLO”
La inclusión de Ford trajo consigo otros dilemas importantes en el desarrollo del guion. La reescritura era un tema tedioso en ese entonces, y teniendo en cuenta que no había la tecnología de hoy en día, cada toma o plano debía ser reestructurado de acuerdo al nuevo formato con Harrison dentro.
Se sabe que las grabaciones empezaron en 1996, pero el libreto seguía en constantes cambios y alteraciones antes de encender la cámara. Todo ello generó un ambiente de malestar para Brad Pitt, quien no dudó en dejar el proyecto una semana antes de que empiece el rodaje.
“No teníamos guion. Bueno, tuvimos un gran guion pero se desechó por varias razones. Tener que inventar algo sobre la marcha… ¡Jesús, qué presión! Fue ridículo. Fue el cine más irresponsable, si es que se le puede llamar así, que jamás haya visto. No podía creerlo. No sé por qué alguien querría seguir haciendo esa película. No teníamos nada. La película fue la víctima de este jefe de estudio ahogado que dijo: ‘No me importa. Lo estamos logrando. No me importa lo que tengas. Rueda algo”, indicó Pitt al portal Newsweek allá por 1997.
Cuando le cuestionaron la razón de su salida del rodaje, el actor de 60 años contó que trató de darse una oportunidad con la producción, pero la falta de profesionalismo terminó por hacerle tomar tal decisión. “Lo intenté una semana antes de empezar a rodar y teníamos 20 páginas de mierda. Y ese guion que amaba ya no estaba. Supongo que la gente tiene diferentes visiones y no puedes discutir sobre eso. Pero yo quería irme y el jefe de estudio me dijo: ‘Vale, te dejaremos ir. Pero serán 63 millones de dólares para empezar’. Venden las películas a territorios extranjeros por la taquilla y pueden demandar por lo que podrían haber conseguido si te hubieses quedado en la película”.
APRENDIÓ DE ESTE FRACASO: LO QUE BRAD PITT SE LLEVÓ DE “LA SOMBRA DEL DIABLO”
Luego de meditar las cosas, Pitt retomó a las grabaciones de la cinta, pero los problemas seguían siendo los mismos. Según narra el también exesposo de Jennifer Aniston, fue el guion lo que terminó siendo un martirio para él y no el choque de egos con Ford, tal y como dijo la prensa a lo largo de los años. “No fue la lucha de titanes que la prensa ha creado”.
Otro que se refirió a la cinta fue el fallecido director Alan Pakula, quien enfatizó en “The New York Times” que esta cinta le decepcionó bastante, aunque terminó defendiendo el proyecto cinematográfico: “Cómo contar la historia pudo haber cambiado, momentos individuales pueden haber cambiado. Siempre fue sobre contar la misma historia”.
Por último, queda resaltar que, pese a la presencia de Ford y Pitt en los créditos, “La sombra del Diablo” fue un desastre en taquilla. Además de las críticas de la prensa especializada, el filme apenas recaudó poco más de 140 millones a nivel global.
Eso sí, a Pitt le sirvió de mucho, pues logró entender lo importante que es el profesionalismo en películas con actores de gran relevancia. “El rodaje duró siete meses. Deberían haber sido tres meses. La experiencia me enseñó lo ridículo que puede ser echar dinero a un problema […] Creo que la película podría haber sido mejor. Literalmente, el guion fue descartado”, concluyó.