Bardcok tenía todavía una enseñanza pendiente para su hijo. En el pasado episodio de Dragon Ball Super, vimos que Monite guardaba el rastreador del padre de Goku a modo de recuerdo; allí, había una grabación que despertó en Kakaroto sus recuerdos.
El saiyajin rememora que cuando estaba en la incubadora abrió los ojos para notar de que su padre había llegado a casa bastante herido. Seguidamente, vuelve a su mente el momento en el que fue expulsado del planeta en una cápsula para evitar su muerte.
En el capítulo 84 se reanuda este triste momento solo para revelar la última enseñanza que le deja Bardock a su hijo: “el orgullo de una raza es aceptar su esencia y mantenerse fiel a sus convicciones”, explica Monite.
Tras ese reencuentro con el pasado, llega Gas para eliminar a los dos saiyajins. Pese a que ambos están utilizando los poderes de los dioses, el integrante del ejército de Heata acierta muchos golpes.
Elec está seguro de que saldrán victoriosos y este es el motivo. “Oil, ambos usaron esas transformaciones antes, ¿no?... Entonces no pasa nada. Pedimos [a las esferas del dragón] el deseo de ser el más fuerte después de eso [las transformaciones]”, explica el personaje.
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