"Yo pensé que me quedaría en un solo tatuaje", cuenta Kevin Owens. Y es que el luchador de la WWE no tenía pensado tener la piel marcada pero su necesidad por mantener a su familia cerca de él cuando viaja lo obligó a hacer más.
El primero fue una simple 'K' en la pierna. Lo hizo en honor a entonces enamorada y hoy esposa. Tenían solo un mes de pareja y ya sabía que quería pasar el resto de su vida con ella. Con ella tiene dos hijos, cuyos nombres también tiene tatuados.
Sus abuelos, quienes lo alentaron a ingresar a la WWE, también fueron honrados. Puso sus iniciales en su mano para que estén presentes de alguna forma en cada show en el que pelea Kevin Owens. Si no fuese por ellos, no hubiese llegar al ring.
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