Para alcanzar nuestros sueños, a veces hay que tomar decisiones muy complicadas. Decepcionar a quienes lo admiraban y que toda una ciudad lo tilde de "traidor" son algunos de los sacrificios que Kevin Durant tuvo que realizar para lograr su más grande deseo de infancia: ganar el anillo de la NBA.
Con apenas 21 años, Wanda Pratt trajo al mundo a Kevin Durant el 29 de setiembre de 1988. Y solo un año después, ella fue abandonada por el padre de sus dos hijos (Anthony, actualmente un hombre de negocios, había nacido tres años antes). Este triste momento, sin embargo, daría inicio a la admirable historia de 'Mamá Durant'.
"Trabajaba de noche, de 11 pm a 7 am, cargando bolsas de correo de 25 kilos en un camión. Algunas veces tuve que vender mis cosas para pagar su educación", contó alguna vez Wanda Pratt en un documental sobre la vida de su familia.
En este desalentador contexto, Kevin Durant comenzó a jugar básquetbol a los 8 años. A esa edad conoció a Charles Craig, su primer entrenador, a quien además consideraba como su padre. Lamentablemente, 'Durantula' también sufrió la pérdida de su verdadera figura paterna, quien falleció a los 35 años tras recibir un balazo en una pelea callejera.
Como homenaje a su maestro de vida, Durant, de solo 16 años, decidió empezar a utilizar el dorsal 35 por el resto de su vida. Y valorando más que nunca el esfuerzo de su madre, se tomó el básquetbol más en serio que nunca, llegando a ser considerado el mejor jugador universitario del año por la NCAA, en 2007.
Durant debutó en la NBA ese mismo año con la camiseta de los Seattle SuperSonics, franquicia que un año después se mudaría a Oklahoma City. En su primer año con el Thunder, ‘Durantula’ se convirtió en titular indiscutible, fue el máximo anotador e incluso fue incluido en el mejor quinteto de la NBA de la temporada 2008-2009.
Desde ahí en adelante, Durant no solo se convirtió en ídolo en Oklahoma, sino que empezó a ser considerado como una de las máximas figuras de la NBA. Incluso, fue elegido como MVP (mejor jugador) del torneo en la temporada 2013-2014, en una gala donde conmovió al mundo con una dedicatoria para su madre.
"Creo que no sabes todo lo que hiciste. Todo estaba en nuestra contra. Una madre soltera con dos hijos a los 21 años. Tú nos hiciste creer, nos alejaste de la calle, nos vestías y dabas de comer, cuando no tenías nada que llevarte a la boca te asegurabas de que nosotros comiéramos y te ibas a la cama con hambre. Tú eres la verdadera MVP", dijo aquella vez el alero estrella.
Después de ocho brillantes temporadas con el Thunder, donde el anillo de la NBA siempre le fue esquivo, Durant decidió tomar una decisión que le costaría muchos detractores: fichó por los Golden State Warriors en julio de 2016. Y aunque muchos en Oklahoma lo consideraron como un "vendido", el tiempo le terminaría dando la razón.
Durant debutó a lo grande con los Warriors, donde en su primera temporada pudo por fin gritar campeón. Formando una temible dupla con Stephen Curry, aplastaron 4-1 en la final a los Cavaliers de LeBron James. 'Durantula', que anotó 39 puntos en el partido definitivo, le volvió a dedicar el triunfo a su madre.
"¡Lo hicimos, mamá! Te lo dije cuando tenía ocho años", dijo Kevin Durant en las celebraciones, señalando a una Wanda Pratt que no cabía en su felicidad. Este año, 'KD' ganó su segundo título consecutivo y los Warriors son grandes favoritos para lograr el tricampeonato el próximo año. El mítico '35' sueña ahora con meterse en la historia grande de la NBA y sabe que tiene todo para lograrlo.