La posibilidad de alcanzar las semifinales del primer torneo olímpico de rugby 7 se le escapó este miércoles a Argentina por un suspiro y las medallas se las jugarán entre Sudáfrica, Gran Bretaña, Fiyi y Japón.
En un partido de defensas cerradas, los Pumas llegaron empatados a cero al pitido final con Gran Bretaña y entonces, en los minutos de descuento, se le fue desviado un golpe de castigo al capitán, Gastón Revol, que de haber entrado habría significado la clasificación.
En una prórroga disputada a muerte súbita, en la que se lleva la victoria el primero que marca, los británicos ganaron gracias a un ensayo de Dan Bibby (5-0).
Bibby rompió a la defensa argentina y, aún pudiendo pasar a un colega a la derecha, lo que la lógica dictaba, salió en carrera hacia la línea de fondo para convertirse en protagonista de la dramática clasificación británica que llevó a las lágrimas a los jugadores y a la afición albiceleste.
Los Pumas se habían matriculado en cuartos jugando a un nivel muy alto, como segundos del Grupo A, y se veían en condiciones de luchar por las medallas, pero ahora tendrán que contentarse por aspirar como máximo a un quinto puesto.
Los británicos se enfrentarán a Sudáfrica, actual campeón del mundo y uno de los equipos más sólidos de la competición, que está siendo extremadamente igualada.
Argentina debutó este martes con victoria agónica en el torneo de rugby 7 de los Juegos Olímpicos de Río 2016 al derrotar por 17-14 a Estados Unidos, después de mantener el tipo a pesar de haber padecido tres exclusiones que dejaron al equipo mermado durante buena parte del partido.
Matías Moroni salvó la victoria en el último instante del partido después de que los Pumas sufrieran durante dos largos minutos en los que estuvieron fuera, casi al mismo tiempo, el propio Moroni y Juan Imhoff, los dos refuerzos que participaron en el Mundial de 2015.
El técnico Santiago Gómez Cora dejó de inicio en el banquillo a estos dos jugadores, pero tuvo que recurrir a ambos en la segunda parte. Los Pumas arrinconaron a sus rivales desde el comienzo del partido y se adueñaron del balón y, avanzando metro a metro, llegaron al primer ensayo, de Axel Müller, a los cuatro minutos.
El equipo argentino tuvo entereza y aguantó defendiéndose en terreno adversario cuando se quedó en inferioridad numérica, a dos minutos del final de la primera parte, por la tarjeta amarilla que vio Santiago Álvarez.
Tras el descanso y de nuevo con siete jugadores, Argentina mantuvo el ritmo y amplió su ventaja por medio de Fernando Luna, pero le duró poco el equipo completo.
El árbitro dejó a Argentina con cinco jugadores momentáneamente, casi al final del partido por la exclusión de su pareja de XV, uno de ellos, un placaje alto de Imhoff que le salvó a su equipo de un ensayo seguro.
Con franca superioridad numérica, Estados Unidos le dio la vuelta al marcador y puso en serios aprietos a los Pumas, pero al volver al campo, Moroni liquidó el partido con un ensayo en el tiempo de descuento, que levantó de su asiento a los centenares de argentinos presentes en las gradas del Estadio de Deodoro.
FUENTE: EFE
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