Son varios los jugadores de la NBA que tuvieron que atravesar una dura infancia antes de llegar a ser estrellas mundiales del básquetbol. Pero pocos transitaron caminos tan difíciles como Serge Ibaka, congolés nacionalizado español que tuvo que sobrevivir una guerra civil y pasar por tres continentes antes de alcanzar su sueño.
Esta historia inició hace 28 años en una colina de Brazzaville, la capital del Congo. Serge Ibaka fue el antepenúltimo de 18 hermanos y, a pesar de ser una familia realmente numerosa, vivían con cierta tranquilidad gracias al restaurante de su abuelo. Desde los cinco años, Ibaka soñaba con seguir los pasos de sus padres, ambos jugadores internacionales de básquetbol.
El padre de Serge Ibaka jugaba campeonatos internacionales con la República del Congo, mientras que su madre lo hacía con la República Democrática (antes conocida como Zaire). Esto motivó al pequeño 'Iblocka' a subir y bajar todos los días la colina donde vivía, con la única intención de jugar básquetbol con sus hermanos.
Lamentablemente, la vida de Serge Ibaka dio un terrible e inesperado giro cuando apenas tenía ocho años. En 1997, su madre falleció en circunstancias que se desconocen y poco después inició la guerra civil en el Congo, la cual provocó la muerte de su abuelo. La familia perdió su única fuente de ingresos y su padre fue encarcelado por ser considerado cercano a los dirigentes oficialistas.
Serge Ibaka cuenta que por aquella época lloraba tirado en su cama, sin entender cómo su vida se había convertido en una pesadilla de la noche a la mañana. Fue entonces cuando su abuela se los llevó a las afueras de la ciudad durante cuatro años, en un poblado que no contaba con agua ni luz.
El padre de Serge Ibaka fue liberado unos años después, cuando la guerra terminó de forma oficial. Entonces volvieron a casa para recomenzar su vida. En estos duros momentos, el único desfogue que encontraba Ibaka era precisamente el básquetbol. Junto a sus hermanos, subía casi a diario aquella colina de Brazzaville para probar su puntería al aro. "La habré subido millones de veces", recuerda sobre aquella época el popular 'Air Congo'.
Superando esta difícil infancia, Serge Ibaka llegó con 14 años a las divisiones menores del Avenir du Raid del Congo, en 2003. Luego de dos temporadas, el talentoso ala-pívot compitió en los Campeonatos Africanos Sub 18, donde terminó como líder en puntos y rebotes, siendo elegido como MVP (Jugador Más Valioso). Fue así como llegaría a España en 2006.
Según cuenta Pere Gallego, representante de Serge Ibaka en la agencia You First Sports, todo inició en una reunión con Anicet Lavodrama, exjugador centroafricano de la ACB, donde se venía coordinando una actividad benéfica. En la conversación surgió el tema de los grandes jugadores que escondía el continente africano y Lavodrama mencionó tres nombres, siendo uno de ellos el de Ibaka.
A pesar de no contar con ningún material audiovisual para conocer el talento de Serge Ibaka, Gallego decidió confiar en la palabra de Lavodrama. Es así como coordinó con los directivos del CB L'Hospitalet para confirmar el fichaje de la estrella congolesa en 2006. Por supuesto, la adaptación no fue nada sencilla.
Para Serge Ibaka no fue fácil pasar a vivir de Brazzaville a Barcelona, en especial por el idioma, los horarios y la alimentación. Para ayudarlo en su adaptación, Jordi Ardèvol, director deportivo del equipo catalán, se mudó con él. "Era un jugador comprometido, pero estaba acostumbrado a desayudar siete empanadas o ir a McDonald's y pedir cuatro menús solo para él. Tuvo que olvidarse de todo eso", cuenta Ardèvol.
Dos años después, Serge Ibaka fue contratado por el Ricoh Manresa, hasta que pudo dar el esperado salto a la NBA en el draft de 2008, donde fue fichado por Oklahoma City. Pero el Thunder decidió dejarlo una temporada más en España antes de que se sume a sus filas, a mediados de 2010.
En apenas su segunda temporada con la camiseta del Thunder, Serge Ibaka fue segundo en la votación para Defensivo del Año. Su gran habilidad para bloquear y ganar rebotes le valió para que España decidiera nacionalizarlo de cara al Eurobasket 2011, a pedido del entrenador Sergio Scariolo. Su debut con la ‘Roja’ fue el 9 de agosto de aquel año en Almería, en un amistoso ante Francia donde aportó con 9 puntos.
Serge Ibaka se coronaría campeón de aquel Eurobasket, donde España se impuso en la final a Francia por 98-85. En este encuentro, 'Air Congo' logró un récord histórico: aportó con cinco tapones en apenas 3m43s. Ese mismo año, llegaría a préstamo al Real Madrid por dos meses, para suplir a Nole Velickovic y disputar la Euroliga.
Tras resolver algunos problemas contractuales, Serge Ibaka volvió a Oklahoma para disputar su tercera temporada en la NBA, la de 2011-12. Y ese año el Thunder se consagraría campeón de la Conferencia Oeste, pero terminaría perdiendo la final del torneo por 4-1 ante el Miami Heat de LeBron James.
Ese mismo año, Serge Ibaka lograría la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde España cayó en la final ante Estados Unidos. Y dos años después participaría de la decepcionante campaña en el Mundial España 2014, donde cayeron en cuartos de final ante Francia. Desde entonces, ‘Iblocka’ no ha vuelto a jugar en la Selección.
En la noche del draft de 2016, Serge Ibaka recalaría en Orlando Magic, donde no mostró su mejor versión a pesar de ser titular indiscutible. Mientras que a mediados de 2017, 'Air Congo' se volvería a encontrar en Toronto con el entrenador Sergio Scariolo, quien fue designado como asistente de los Raptors. Ahí, el ala-pívot buscará recuperar su mejor nivel en la próxima temporada.
"El amor a Dios, a mi familia y al básquetbol fueron los pilares en los que me apoyé para luchar duramente en condiciones adversas y perseguir mis sueños. Ahora mi deber es contribuir a que otros jóvenes de mi continente tengan el mismo estímulo y se sientan orgullosos de sus orígenes", dijo Serge Ibaka recientemente, en una de las numerosas actividades benéficas que realiza en el Congo. Y vaya que tiene una gran historia de motivación.