El 7 de junio de 2008 se jugaba la final de dobles del Roland Garros, el grande parisino de la tierra batida. El peruano Luis Horna junto al uruguayo Pablo Cuevas se habían adueñado ya del primer set por 6-2. Y en el segundo, el dúo sudamericano rápidamente había quebrado. Se pusieron adelante y así siguieron hasta que el marcador registró 5-3. El canadiense Daniel Nestor y el serbio Nenad Zimonjić tenían la pelota; sin embargo, comenzaron a ceder, hasta que llegó el ‘match point’ a favor de los de Sudamérica. Zimonjić sacó potente, pero Lucho pudo responder. La bola, entonces, se dirigió hacia el lado del europeo, quien la devolvió, pero la mandó fuera. Era todo. El título fue para el par latino.
Aquel día Lucho no solo aupó el trofeo, también se endosó dos récords: se convertía en el primer peruano en ganar un título Grand Slam desde que empezó la era abierta en el tenis (en 1968) y en integrar la primera dupla sudamericana en imponerse en este tipo de torneos, también desde 1968. Un mes después, conquistó el Challenger de Lugano, en Suiza, un campeonato que formó parte de un circuito de menor rango de la ATP. Al año siguiente, Lucho se retiró, y empezó la sequía para el país rojiblanco. Sin tenistas en la liga principal y sin copas importantes que celebrar para el aficionado. La debacle duró y dolió. El fanático peruano se contentaba sí, pero viendo la rivalidad entre Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray; no festejaba una victoria propia. No había cómo.
Dicen que las malas rachas están para romperse y así lo hizo 11 años después el tenista Juan Pablo Varillas. Los Juegos Panamericanos Lima 2019 fueron un parteaguas. Pese a que hubo voces que pedían que Perú desista de organizarlo para destinar los recursos a una región afectada por un fenómeno natural, como si no hubiera más dinero dentro del tesoro público, el país siguió. Y obtuvo como recompensa 41 medallas, entre oros, platas y bronces. La mayor cantidad de su historia en unos Juegos Panamericanos. El evento fue una vitrina para la recuperación -aún lenta- del tenis peruano, ya que la delegación de este deporte consiguió dos preseas bronceadas: en dobles mixtos y en dobles masculino. En este último dúo, estuvo Juan Pablo Varillas acompañado de Sergio Galdos. Lo más importante, sin embargo, aún estaba por arribar.
Un Challenger, once años después
Seis de octubre de 2019. Varillas disputaba la final del Challenger de Campinas sobre la arcilla brasilera. Y enfrentaba al argentino Juan Pablo Ficovich. Comenzó el partido y Juan Pablo tropezó en el primer set, pero logró darle vuelta en los dos siguientes. Remontó dramáticamente (6-2, 6-7, 2-6) y así, once años después, un peruano volvió a levantar un título Challenger. La misma ATP lo destacó en su página web. Una semana después, Varillas repitió el plato, solo que esta vez en el Challenger de Santo Domingo, también sobre el polvo de ladrillo, también siendo el verdugo de un argentino.
Pero, ¿por qué tardó tanto tiempo para que un peruano pueda sobresalir en el circuito Challenger? Rodrigo Escalante, gerente general de la Federación Deportiva Peruana de Tenis (FDPT), intenta responder esta interrogante. Señala que ha tenido que ver el poco apoyo que ha estado recibiendo la raqueta en el país. “La inversión del Estado hacia el deporte recién creció a raíz de los Juegos Panamericanos. Por la pandemia lo han vuelto a reducir un poco, aunque se entiende”, dice. También es necesario, añade, “el involucramiento de las empresas privadas”. Esta última idea es reforzada por Pablo Arraya, extenista nacional y excapitán del equipo peruano de Copa Davis, quien precisa que “son muy pocas las empresas que se han puesto la camiseta por el tenis en el Perú”.
Otro punto que destaca Escalante para entender por qué el país ha tenido que esperar 11 años para que un jugador sobresalga es el referido a que no hay muchos tenistas en “la parte baja de la pirámide”, lo que reduce las posibilidades de que deportistas nacionales lleguen a la cúspide de la ATP. Cuenta que por eso, desde la Federación, están fomentando el tenis a nivel nacional en conjunto con escuelas y municipios. “Es un proyecto que nos hace trabajar con material adaptado. No son las raquetas tradicionales, no son pelotas normales sino más esponjosas, son pequeñas nets que se pueden armar en cualquier piso. Venimos trabajando desde ya hace unos años con el IPD, algunos colegios, algunas municipalidades para hacer estas actividades en la vía pública (poner las nets portátiles en la calle) y que la gente pueda tener un primer contacto en la disciplina, jugar un rato. Ya después dar el paso a ingresar a una academia”, explica.
Han trabajado, por ejemplo, con las municipalidades de Pueblo Libre, Jesús María, San Borja y de Lima Metropolitana. “Hemos logrado incluir al tenis dentro de las actividades que hacen en las pistas”, acota Escalante. Y relata que también han realizado capacitaciones a los profesores de educación física para que durante las actividades de psicomotricidad enseñen a los alumnos movimientos asociados al tenis, aunque por la pandemia todo ha sido virtual. Falta que se plasme presencialmente.
¿Un deporte accesible?
El problema es que aún persiste la idea de que el tenis es un deporte para quienes poseen recursos económicos, por lo que muchas personas desisten de practicarlo, de probar si tienen talento o no con la raqueta. Pablo Fernández, creador del proyecto Historia del Tenis Peruano, señala que no es barato, pero que “está dejando de ser un deporte exclusivamente elitista” y que ahora hay más opciones para acceder a él. “Lo que he visto yo en los últimos años es que ha crecido mucho el número de academias en Lima y algunas provincias. Entonces, ya no tienes que ser socio de un club para jugar al tenis”, expresa.
Según la Federación Peruana de Tenis, existen al menos 48 academias empadronadas entre públicas y privadas -incluyendo la del Campo de Marte- en todo el país, repartidas, por citar algunas ciudades, entre Lima, Chiclayo, Trujillo, Cajamarca, Iquitos, Tacna, Arequipa, Cusco y Huánuco. A eso se le suman los 28 clubes afiliados a la Federación y las canchas de las municipalidades de La Molina, el Callao, Surco o Ventanilla. “Además, se puede jugar tenis es una loza polideportiva donde se juega fulbito, básquet, vóley; se juega en una cancha dura simplemente”, apuntala Escalante.
Lo que sí es costoso es jugar a nivel profesional. Y es que se gasta en viajes, entrenadores, estadías, agentes, fisioterapeutas, nutricionistas, miembros del equipo, psicólogos deportivos y más. “A diferencia de atletas en una liga como la NFL o la NBA, que pueden confiar en sus equipos para cubrir la mayoría de gastos, un tenista es una empresa de un solo hombre”, declaró el tenista estadounidense John Isner en un artículo publicado en diario Gestión. “En esos casos (los Grand Slam, donde los gastos se multiplican), si no gano un partido, estoy en peligro de perder dinero solo por competir”, agregó.
Al inicio de la carrera, también es complicado, pues los jóvenes tienen que ir sumando la mayor cantidad de puntos posibles y para eso es necesario viajar, y contar con preparadores físicos y psicólogos. La familia también se ve obligada a aportar económicamente. Por el momento, la Federación peruana está trayendo torneos al país para que los futuros tenistas puedan obtener puntos y premios aquí. Si empiezan a ganar, se pueden hacer autosostenibles y pagar sus propios gastos. No obstante, también es necesario el apoyo de los privados y los patrocinadores.
Varillas y el equipo de la Copa Davis
Actualmente, solo Juan Pablo Varillas resalta a nivel internacional, pero en el circuito Challenger, aún no en los torneos del cronograma principal de la ATP. En eso está trabajando. Y ya se encuentra en el Top 110 de la clasificación mundial. Su ubicación le permite jugar torneos Challengers (ha ganado cuatro, el último en octubre de 2021) y los intercala con algunos de los ATP 250. Ha competido, además, en las ‘Qualy’ de los cuatros Grand Slam, sin mucho éxito: el reto está es entrar al cuadro principal.
Su nivel, aunque disminuyó durante la pandemia del coronavirus, ha permitido que en los últimos años Perú obtenga buenos resultados en la Copa Davis, junto a otros tenistas nacionales, como Nicolás Álvarez; Brian Panta; Conner y Arklon Huertas del Pino; la promesa de la raqueta peruana Gonzalo Bueno; y Sergio Galdos, imprescindible en los duelos de dobles. “Tenemos un equipo muy sólido liderado por Juan Pablo”, dice Fernández, de Historia del Tenis Peruano. “Estamos jugando en el primer nivel de la Copa Davis, en el Grupo Mundial 1, junto a equipos como Australia, Colombia, República Checa, Chile, Ecuador; estamos en un selecto grupo mundial”, subraya.
Desde que cambió el formato de la Davis, desde 2019, la selección peruana ha ganado cuatro de las cinco series que ha disputado. Todas guiadas por el capitán América ‘Tupi’ Venero y con un Varillas lúcido que ha sabido imponerse en los duelos importantes: ante Suecia al vencer a Henri Laaksonen y ante Bolivia al derrotar a Hugo Dellien (un Top 100). Nicolás Álvarez también aportó con su decisivo triunfo ante el bosnio Nerman Fatic en el quinto partido. La única derrota nacional, en este periodo, fue de visita ante Rumania, aunque sin Varillas en el quinteto. Así se ha mantenido Perú en el Grupo Mundial 1. “Pienso que el tenis vuelve a tener fuerza en el deporte peruano”, manifiesta Pablo Arraya. La idea ahora es pasar las ‘Qualifiers’ y competir en las Finales de la Copa Davis, e igualar a ese cuarteto histórico peruano que alcanzó la máxima instancia de la Davis en 2008 (con un antiguo formato), integrado por Lucho Horna, Iván ‘Chino’ Miranda, Mauricio Echazú, Matías Silva.
El futuro: Bueno, Buse y Pérez
Si bien es cierto el presente de la raqueta nacional está liderado por Varillas y por Galdos, el futuro está muy cerca. Y ya hay una nueva camada de muchachos, de jóvenes tenistas, que empiezan a brillar. Ignacio Buse y Gonzalo Bueno, ganadores de medallas de oro en los Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021, son los ejemplos más claros. De ellos, Bueno se encuentra decidido en ingresar al circuito principal de la ATP, aunque sabe que “ser tenista profesional, sobre todo en Perú, es difícil”. “Ahora, armé un buen equipo de trabajo, sabemos que es duro, el tenis es caro. Tienes que viajar muchas semanas y a veces por falta de plata tienes que viajar sin coach, pero estamos tratando de hacer las cosas bien para poder insertarme en el profesionalismo lo más rápido posible”, le dijo a esta redacción a fines del año pasado.
Ahora le toca a la Federación hacer un arduo trabajo para que estas promesas del tenis peruano no se descarrilen y logren avanzar. “El futuro del tenis peruano está muy bien encaminado ya que nuevamente tenemos grandes juveniles que deberían llegar al circuito de ATP”, indica Arraya; “creo que se ha empezado a hacer un buen camino, ya que hay varios campeonatos nacionales en los que hay bolsas de dinero que permitirán a algunos jugadores el poder viajar al exterior”.
Escalante cuenta que, desde la Federación, han implementado un programa de apoyo para Gonzalo Bueno, Ignacio Buse y Luciana Pérez, los máximos exponentes peruanos de la categoría junior. Está liderado por Lucho Horna y consiste en darles a los muchachos un entrenador para que vuele con ellos a los torneos más importantes, como los Grand Slam. Les cubre los pasajes y el hospedaje. Los tres, próximamente, despegarán hacia Francia para competir en el Roland Garros, modalidad de menores, pues su ubicación en el ranking mundial de los juniors los ha clasificado directamente al ‘major’ de París.
“Si no es la primera vez, son contadas con los dedos, pero hoy tenemos dos juveniles en el Top 10 del mundo, que es Ignacio Buse y Gonzalo Bueno, que está quinto. Y tenemos a Gianluca Ballotta que está 87, y a Luciana Pérez, que está en el puesto 43. Tenemos a cuatro juveniles en el Top 100 y a dos entre los Top 10. Es algo que te llena de mucho optimismo para no solamente el largo, sino el mediano plazo”, apunta Pablo Fernández. Falta, sin embargo, más apoyo e inversión del sector privado, reitera Escalante, y concluye: “Eso nos va a permitir desarrollar mayor cantidad de programas de masificación y mayor cantidad de torneos internacionales acá, que también ayuden a difundir el tenis”.
Ranking mundial de los Juniors de la ITF*
Tenista | Género | Puesto |
---|---|---|
Gonzalo Bueno | Chico | 5 |
Ignacio Buse | Chico | 10 |
Lucciana Pérez | Chica | 43 |
Gianluca Ballotta | Chico | 87 |
*Clasificación al 22 de abril de 2022
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