El vigente campeón de Roland Garros, el serbio Novak Djokovic (2 ATP), superó la tercera ronda este viernes al batir a Diego Schwartzman (41 ATP), en cinco sets por 5-7, 6-3, 3-6, 6-1 y 6-1, en un partido en el que el argentino hizo vibrar a la pista Philippe Chatrier.
'Peque' Schwartzman protagonizó uno de los mejores duelos de la presente edición de Roland Garros, pero se derrumbó físicamente en la parte final, para perder en 3 horas y 19 minutos. El serbio jugará por una plaza en cuartos con el vencedor del duelo entre el francés Lucas Pouille (N.16) y el español Albert Ramos (N.19).
Más concentrado, Schwartzman aprovechó una desconexión de Djokovic en la parte final del primer set. El argentino supo mantener la línea mientras que el serbio aumentaba el número de errores directos. En el segundo, el vigente campeón levantó la cabeza y aceleró. Entonces parecía que se llevaría el partido por la vía rápida.
Pero Schwartzman no había dicho la última palabra y recuperó su mejor tenis. Ya con el público en el bolsillo, en medio de una serie de intercambios infernales y a punto de romper el saque de Djokovic, el 'Peque' se permitió el lujo de dar 15 golpes a la pelota con los pies, ganándose otra ovación.
"¡Diego, Diego!", coreó la central en varias ocasiones, simbólico grito para un argentino fanático del fútbol como Schwartzman. A continuación selló el tercer set con un juego de muchos quilates. Con muchísima más experiencia en partidos a cinco sets, Djokovic inició la cuarta manga con una doble rotura definitiva (4-0) ante un Schwartzman que parecía tocar fondo físicamente.
Bajo una fina lluvia y con la temperatura descendiendo, Djokovic continuó al mismo ritmo (4-1). Entonces Schwartzman solicitó asistencia médica para tratar un problema en la parte inferior de la espalda. Volvió a la pista pero el físico no le respondía. Al menos se llevó una larga ovación de los espectadores, incluido los aplausos de su rival.
(AFP)