Barcelona tiene a uno de los mejores laterales del planeta. Jordi Alba es de lo más destacado en el fútbol por la banda izquierda y lo demuestra cada vez que tiene oportunidad. Su velocidad, precisión y toma de decisiones hace que sea aplaudido por Ernesto Valverde y compañía; sin embargo, el mal sabor de boca pasa porque no tiene un reemplazante en el equipo.
Cada mercado de fichajes, la decisión de encontrar a alguien que presiones al español en su puesto es un dolor de cabeza. Creen que es necesario tener a un jugador que pueda pelear el puesto para poder encontrar el mejor nivel del ex Valencia.
La última opción fue Junior Firpo. El ex Betis firmó por los de la Ciudad Conda el pasado verano por 18 millones de euros fijos más 12 en variables. La temporada en la que resaltó con Quique Setién fue suficiente para convencer a Bartomeu y compañía. Cuatro partidos jugados y dos de ellos completando 90 minutos hicieron que no termine de convencer.
Tan poca es la confianza de Valverde con Firmpo que ante el Valencia, donde dejó fuera a Jordi Alba, prefirió que Nelson Semedo ocupe la banda. No es la primera vez. Contra el Sevilla ante Camp Nou hizo lo mismo.
Algo parecido sucedió con el anterior lateral. Lucas Digne tuvo una buena temporada en el PSG y lo ficharon en Barcelona. Un poco más de 40 partidos y 2 goles no gustaron e hicieron que parta al Everton con perfil bajo.
Lo mismo con Adriano Correia. El brasileño aprovechaba que era ambidiestro para lucir por ambas bandas. En 2013, y con problemas de lesiones para Jordi Alba, jugó más partidos que el español. Al final, tuvo que irse.
Marc Cucurella llegó este año procedente del Eibar, pero fue cedido al Getafe con opción a compra. Pertenece a Barcelona pero es complicado que regrese.
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