Para el madridismo fue un golpe casi terminal cuando, tras el último pitazo en la final de Kiev, Cristiano Ronaldo dio a entender -y cumplió- que no seguiría en el . El patrimonio del club, el jugador de los 50 goles por temporada, el ídolo y la cara principal de la institución merengue en los últimos nueve años, se marchaba. A ello, se sumó que dejó el banquillo. La historia para la temporada 2018-19 en adelante cambiaría, aún más, con sin ocupar ese gran vacío en la plantilla con una estrella de igual envergadura.

En aquella temporada, con Lopetegui en el banquillo -en un inicio-, luego Solari y la vuelta de Zidane -con pequeños destellos de lucidez futbolística-, el Madrid fue un equipo opaco, irreconocible, años luz de lo que demostró ganando las últimas tres Champions. Y, a pesar de ello, el jugador que siempre dio la cara con goles y buen fútbol -aún más con la vuelta de Zidane- fue . 

Y las estadísticas lo respaldan. Desde que regresó 'Zizou' en marzo de este año, el 'Gato' ha estado en once duelos oficiales con el Real Madrid y ha marcado diez tantos. Es decir, el delantero francés ha anotado el 58,8% de los goles del equipo.

La relevancia de Benzema se profundizó con la partida de Cristiano. Antes de ello, el 'Gato' solo promediaba el 14% de los goles oficiales del Madrid; sin embargo, en los últimos 14 meses sin el astro luso, se duplicó hasta el 28%. 

La necesidad del Madrid

El gran problema del Real Madrid en la temporada pasada -y en el inicio de ésta- se profundiza con la poca eficacia ofensiva, pues saca a relucir la fragilidad defensiva con la que siempre ha contado el Madrid. Los goles que aportaba Cristiano Ronaldo -y su presencia- generaba estrategias distintas en los equipos rivales, austeridad ofensiva y, por ende, menos preocupación en defensa para el Madrid.

Ya sin CR7 -u otra estrella que genere ese temor en la delantera, pues el mejor Bale aún no se ve y Hazard está lesionado-, sale a relucir la vulnerabilidad defensiva de las llamadas 'vacas sagradas' merengues. Zidane deberá echar mano de lo que han contratado -Mendy, Militao-, o fichar un súper estrella -léase Neymar, o Pogba en el medio por un Casemiro venido a menos- para encontrar ese soporte atrás, en medio y adelante, pues lo que sucedió ante el Valladolid el último domingo puede ser un flash de una película vieja que el madridismo no quiere volver a ver.

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