Desde que debutó como profesional (2010) y a lo largo de su carrera, André Carrillo ha sido cuestionado por la apatía con la que afronta los partidos. Pero, lejos de enojarse, la ‘Culebra’ trabajó en silencio durante años para mantenerse en Europa hasta llegar a la mejor liga del planeta.
No solo basta el talento –al extremo le sobra- para jugar en la Premier. Se requiere disciplina para cumplir con el plan táctico. De hecho, el peruano es uno de los más aplicados del Watfford en labor defensiva: recuperó 8 pelotas, ganó 25 mano a mano e interceptó 8 balones, por mencionar algunos aspectos.
Ni qué decir en ataque: una asistencia, 103 pases completos -en promedio 25 por juego- o cinco remates al arco (nada mal para un equipo con presupuesto modesto). A ello, un valor aún más importante: la confianza. La misma que perdió en Benfica y recuperó gracias a Marco Silva.
En conjunto, todas las características mencionadas anteriormente, convierten a Carrillo en un jugador importante en su club. Y, aunque sigan dudando de su capacidad, Ricardo Gareca lo necesitará más que nunca en Lima ante Colombia por la última fecha de las Eliminatorias.