A solo días del estreno de Joker, la película dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix, ha nacido una preocupación por posibles disturbios tomando como ejemplo al villano. Inclusive el FBI se pronunció sobre el caso.
Warner Bros. respondió a las críticas de Joker señalando que "ni el personaje ficticio Guasón, ni la película, es un respaldo a la violencia del mundo real de ningún tipo. No es la intención de la película, los cineastas o el estudio mantener a este personaje como un héroe".
Muchos se preguntan si acaso esta aclaración basta para que determinadas personas se sientan inspiradas en Joker para cometer fechorías en la vida real. Si echamos un vistazo al pasado, descubriremos que nada es suficiente.
Crímenes inspirados en Joker
Christopher Clancy se vistió como Joker y entró a su escuela, ubicada en Clondalkin (Irlanda), con seis bidones llenos de gasolina para incendiarla en 2009. Clancy confesó que su accionar se debió a que la escuela "es dirigida por hipócritas y no me gustaba la forma en la que trataban a mis amigos".
Cole Vetterkind se vistió como Joker para atacar a su exnovia y nueva pareja, el primo de Cole. La policía acudió al lugar de los hechos y arrestó al atacante. Le dieron 10 meses de prisión.
En 2009, una estudiante de la escuela estadounidense de South Vermillion High School se maquilló como Joker de Heath Ledger en el baño para luego atacar a su maestra. La docente pudo contener el ataque hasta que la estudiante fue detenida. Posteriormente, la derivaron a un centro de salud mental.
A fines de 2009, el soldado Christopher Lanum se disfrazó de Joker y asesinó a un compañero en la base militar de Fort Eustis. Huyó en un vehículo junto a su novia, pero fueron perseguidos por las autoridades. Lanum murió en la balacera y la mujer fue detenida como cómplice.
A inicios de 2009, Kim De Gelder se disfrazó de Joker para atacar una guardería en Dendermonde, Bélgica. Dos bebés murieron y diez quedaron heridos de gravedad. Interrogado por la policía, Kim confesó ser fanático de Batman: El Caballero de la Noche. Su defensa legal señaló que sufría de esquizofrenia. Fue condenado a cadena perpetua.