El tenista australiano Nick Kyrgios aceptó este lunes someterse a un tratamiento psicológico para poner fin a sus berrinches en la cancha, después de que la ATP le ofreciera reducir una sanción a cambio de ello.
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"El bienestar y la salud de Nick son prioritarias, y la ATP acepta reducir su suspensión (de ocho a tres semanas), si se somete al consejo de un profesional, lo que aceptó hacer", explicó la Federación australiana de tenis sobre el jugador de 21 años, 14º del mundo.
En la última de sus pataletas, el miércoles pasado en el torneo de Shanghái, Kyrgios tiró ostensiblemente su partido ante el alemán Mischa Zverev (110º), sirviendo mal, no devolviendo los golpes, y realizando aspavientos.
"Es nuestra responsabilidad ayudar a Nick, lo mismo que a todos nuestros deportistas, a hacerlo mejorar como jugador en la pista y como persona. Siempre hemos dado consejos a Nick y seguiremos haciéndolo", añadió la Federación Australiana.
"Respeto y entiendo la decisión de la ATP. Aprovecharé este tiempo sin competir para mejorar dentro y fuera de las pistas", afirmó Kyrgios en el mismo comunicado.
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Aunque la sanción se rebaje, el jugador no podrá regresar a la competición antes del 2017. En el mejor de los casos, su castigo acabaría el 7 de noviembre, un día después de la final del Masters 1000 de París, por lo que no podrá clasificarse para el Masters (13-20 noviembre en Londres), el último torneo del año, que reúne a los ocho primeros de la ATP.
"Lamento que mi año se termine de esta forma y no poder defender mis opciones de clasificarme para el Masters. Era un objetivo importante para mí", subrayó el jugador.
La ATP planteó el ultimátum a Kyrgios este lunes, anunciando además que le imponía una nueva multa de 25.000 dólares además de la de 16.500 dólares de la semana pasada por cometer una gran infracción del código de conducta que vela por la integridad del deporte.
(AFP)
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