El español Paco Jémez, entrenador del Cruz Azul del fútbol mexicano, iniciará mañana una semana crucial en la que será considerado como héroe o malvado, según sea el resultado ante Veracruz el sábado en el torneo Apertura.
A finales del año pasado el estratega de 47 años firmó con los Azules y aunque impuso en el Clausura su sello con un fútbol de propuesta ofensiva desde la salida, sus delanteros estuvieron errático, dejó de ir ventajas y quedó fuera de la liguilla de los ocho mejores.
En el Apertura el equipo empezó con buen paso, sin embargo mostró altibajos en los últimos encuentros y aparece en el noveno lugar de la clasificación, lo cual lo obliga a vencer al Veracruz o empatar y esperar por una combinación de resultados a su favor para entrar en la etapa de los ocho candidatos al cetro.
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"Estoy concentrado en ganar ese último partido y meter a Cruz Azul en la liguilla luego tres años", dijo en las últimas horas Jémez en quien los hinchas del club celeste confían para no solo pasar a la fase decisiva del torneo sino para ganar el campeonato y evitar que el club llegue a 20 años sin un título de liga.
A pesar de ser uno de los equipos emblemáticos del fútbol de México, el Cruz Azul ha sido centro de burlas por los simpatizantes de los otros conjuntos que celebran la mala racha del cuadro y hasta han inventado el verbo 'cruzazulear' para referirse a la pérdida de la ventaja en algún aspecto de la vida en referencia a las muchas veces que los celestes dejaron ir marcadores a favor.
En el presente Apertura, de la mano de Jémez el Cruz Azul está en la parte baja de la tabla tanto en el ataque, aspecto en el que aparece noveno con 21 goles en 16 partidos, como en defensa, con 22 anotaciones aceptadas que lo colocan en el undécimo escaño.
EFE