Año 2011, Brasileirao fecha 12. Tal vez uno de los partidos más recordados por el colectivo brasilero. Flamengo y Santos chocaban y cada uno poseía una joya valiosa del deporte rey, por un lado a Ronaldinho en la madurez de su carrera, y por el otro a un joven Neymar, quien no era consciente de lo que pasaría aquella noche en el Estadio Urbano Caldeira de Sao Paulo.
Santos jugaba un partido de ensueño y el marcador iba a su favor, quien ahora es una las máximas estrellas del FC Barcelona estuvo a punto de anotar el segundo tanto del encuentro, y qué golazo iba a ser, pero su pierna izquierda no llegó a resolver aquella chalaca que pretendía realizar. Concluyó siendo un gran pase gol para Borges.
26 minutos marcaban el tablero y la gloria era cuestión de segundos. Tras una pared de Neymar y un posterior regate que dejó en el camino a uno de los defensas de la portería comandada por Felipe, el jugador que en ese entonces solo tenía 19 años lo venció. Una obra majestuosa había nacido y le pertenecía a él, el futuro Puskas 2011.
En aquella competencia para premiar al mejor gol del año, Neymar da Silva Santos Júnior ganó en una votación reñida que disputó ante Wayne Rooney y Lionel Messi, qué lujo. Quien iba a pensar que a pesar de ir ganando aquel partido por 3-0, caerían por 5-4 con golazos de Ronaldinho… sin duda alguna, la genialidad no tiene que ver con edades.
Es exactamente aquel regate y gol que le brindó ese premio, el cual ha elegido durante una entrevista como lo mejor que ha hecho dentro de una cancha. Era de esperarse que un par de años más tarde, Neymar ficharía por un grande. Fueron las arcas del FC Barcelona las que lo decretaron como el brasileño más caro de la historia.
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