Disciplina: doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo moral. Ese es el primer significado que se encuentra en la RAE sobre esta palabra tan asociada al fútbol. Y es de diferentes personas, según la clase social, la familia o la educación recibida, que se forman los distintos equipos de este deporte.
Muchos futbolistas cumplen con el reglamento que marcan las instituciones y la sociedad misma, llevando una vida sin sobresaltos. Otros, en cambio, optan por ir a contracorriente: gustan de excesos y conductas inapropiadas.
Si ello no afecta sus rendimientos –como Mario Balotelli, un tipo ‘botado’, 'loco', pero que pocas veces se salta las reglas del club-, bien. No obstante, hay quienes sobrepasan los límites, y el equipo debe tomar medidas. Unos perdonan para no afectar lo deportivo; otros castigan sin importar las consecuencias.
El caso que mayor repercusión tuvo en los últimos años se produjo en plena Copa América 2015. Arturo Vidal estrelló su lujoso Ferrari en evidente estado etílico cuando salía de un casino y se dirigía a la concentración de su Selección. Pese al escándalo, el entrenador Sampaoli pasó por alto el hecho. Dos semanas después, salió campeón del torneo.
Otro caso para ejemplificar llega desde México. Lobos BUAP, reciente ascendido a la Primera División, separó de forma indefinida a su goleador, Julián Quiñones (6), por "no cumplir con el perfil con el club" debido a sus constantes indisciplinas. ¿Qué camino es el correcto?