Toma mate, por lo menos, tres veces al día para calmar su ánimos. Además, mientras camina por su departamento de Miraflores, respira la brisa del mar, como un relajante necesario. Y es que ese distrito frío de Lima es el lugar perfecto para que el corazón caliente del uruguayo descanse después de cada agitado partido. Luis Aguiar, no hay duda alguna, es temperamental, un futbolista que pasó de ser cuestionado a figura y goleador de Alianza Lima, con puro amor propio, que resume la campaña de Pablo Bengoechea.
La memoria es frágil, pero si retrocedemos exactamente seis meses, Aguiar fue el futbolista que salió pifiado de Matute, luego de la derrota que protagonizó Alianza Lima ante Palestino. Claro, poco o nada le importó a los hinchas que el partido haya tenido un corte amistoso. De hecho, el calor popular se apuró en ver a ese extranjero figura, salvador y protagonista, tal y como lo hicieron hace 10 años los foráneos Fernando Martel o Martín Liguera.
Indudablemente, tiempo es lo que menos se le puede pedir al fanático íntimo, pero es justamente ese factor el que los está premiando con una campaña que ilusiona con obtener el título del Apertura. Y Aguiar, por detrás de Leao Butrón, es uno de los artífices, porque más allá de ser el segundo máximo anotar del Descentralizado y el único artillero del equipo, su actitud contagió a un grupo que carece de estrellas.
Todos corren, todos meten, nadie hace una ‘huacha’ innecesaria o tira un ‘taco’ en propio campo. Cuando golea, el juego de Alianza Lima no es vistoso; cuando gana, la figura es Butrón; cuando pierde, todos corren hasta el último minuto, pero nunca tanto como Aguiar, el todoterreno que es capaz de intentar asociarse con alguno de arriba y a los diez segundo está luchando por recuperar el balón junto a Miguel Araujo y su compatriota Gonzalo Godoy. Traslada, grita, se enoja y hasta intenta controlar sus demonios internos, cuando la sangre hierve después de los 90’ y la prensa lo sigue para una declaración picante.
"En Peñarol se ponía al equipo sobre los hombros y lo llevó a voltear partidos. Para el presidente, era prioridad. Su relación con el club quedó marcada, porque se mantuvo varios años, entre idas y vueltas en su por Europa", así lo recuerda Juan José Díaz, periodista del Diario 'El Observador' de Montevideo. Mientras que Silvia Pérez, periodista de El País de Uruguay lo define como un personaje iracundo, que buscaba refugio en el campo, en la pesca y en la caza.
Evidentemente, este Alianza Lima tiene el ADN uruguayo, el de Aguiar, al que le sobra y regala “garra”, un término que no inscribió ningún club peruano en los Registros Públicos como parte de su marca.
YouTube: El video del hincha de la 'U' que sufre por el gol de último minuto de Cristal