En unas Eliminatorias en donde la competitividad de una selección para pelear un cupo para un Mundial partía del cimiento de las figuras en el extranjero o un equipo base nacional en instancias finales de Copa Libertadores, Gareca les mostró a los sudamericanos que no necesariamente se requiere la una o la otra: basta tan solo el compromiso de jugadores competitivos, el esfuerzo encomiable de ellos en la cancha y una estrategia táctica propia al ADN nacional para encontrarnos cerca de comprar el boleto con destino a Rusia.
La clasificación a la Copa del Mundo es una posibilidad latente del Perú como lo es también el sinsabor de quedarnos fuera de la fiesta por un pelo. Y, más allá de lo que lo suceda en los últimos dos partidos frente a Argentina y Colombia, la labor de Gareca no puede ser mirada desde el resultadismo de las estadísticas, sino debe ser analizada como un modelo de trabajo a seguir desde el punto psicológico y táctico para todo el fútbol peruano, como dentro de otras esferas en donde no hay una pelota de por medio.
Si fuera por el peruano, el partido en ‘La Bombonera’ se jugaría hoy mismo. La creencia en la Selección ha desbordado en fiebre en todas las calles del Perú gracias a un discurso básico, pero bastante convincente, de Gareca hacia este grupo de la Selección. ¿Cómo criticar su estilo a estas alturas de las Eliminatorias? Imposible. El mensaje ha calado hondo en cada uno de los jugadores, especialmente en los que unos años atrás ni siquiera eran mirados como indiscutibles para la opinión pública. Léase Flores, Cueva, Trauco, Ramos y compañía. Todos criticados en su momento y ahora con un nivel más que destacable a raíz de lo que les hizo creer el argentino en La Videna.
No comparando el nivel de los futbolistas, por ejemplo, Edison Flores tiene la misma cantidad de goles (5) en Eliminatorias que Messi (4), Dybala (0), Agüero (0) e Icardi (1) juntos. El volante que pertenece al Aalborg de la liga de Dinamarca está a la par a los mejores goleadores de Europa en cuanto a su eficacia de cara al gol en la clasificación para el Mundial. A nivel individual, las diferencias son abismales entre ‘Orejas’ con los otros; a nivel grupal, el peruano ha sabido ser decisivo e importante para Perú, mientras que el resto no ha podido compenetrarse en conjunto hasta la fecha para el bien de Argentina. Mérito de Flores y mérito de un técnico que desde el inicio repetía hasta el cansancio en la confianza en el talento del jugador peruano.
Gareca convenció a los futbolistas y ahora los resultados son fruto de ese trabajo mental y táctico del entrenador. El camino hacia el Mundial aún es incierto, pero dentro de ese trayecto hay una certeza: Gareca le ha devuelto la ilusión al hincha como al futbolista peruano. Que con trabajo, esfuerzo y rendimiento, todo es posible. Para el fútbol o para cualquier ámbito de la vida. Vamos que se puede.
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