La Premier League acabó y, como en todos los años, no decepcionó. Aunque el Manchester City fue el que se consagró campeón, los goleadores salieron de dos equipos distintos: Liverpool y Arsenal. Porque , y se lucieron y anotaron 22 goles cada uno para llevarse a sus casas las botas de oro.

Lo peculiar en esto es que los tres artilleros son de África. Como para decirle al mundo que el fútbol africano está más vigente que nunca. Y a pesar de que ninguno brilló con luz propia -lo hicieron a través de sus equipos- mostraron en Inglaterra el olfato que alguna vez tuvo Didier Drogba. 

Antes de la aparición de Salah la temporada pasada (fue goleador con 32 anotaciones), el último de tal continente en llevarse el trofeo fue, precisamente, el elefante de Costa de Marfil. En la 2009/10, cuando el Chelsea se coronó campeón, fue el marfileño quien, con 29 dianas, ayudó a Jose Mourinho para levantar la Premier. 

Como en el patio de su casa

Pasaron nueve años para tener un nuevo goleador africano, pero eso no fue excusa para seguir viendo a muchos de ellos brillar en el fútbol inglés. Desde que Drogba abrió la puerta, sus compañeros de continente empezaron a llegar sin decepcionar. 

Por eso, cada vez que se piensa en ellos, aparecen nombres como Emanuel Adebayor, Yaya y Kolo Toure, Riyad Mahrez, John Obi Mikel o Ahmed Musa. Incluso 'Jay Jay' Okocha y Samuel Eto'o se dieron un paseo por las islas en los últimos tramos de sus respectivas carreras. 

Y es que ahora los africanos no solo son pura fuerza y potencia. A eso le han sumado técnica e incluso una muy buena lectura del juego. Casos como Yaya Touré, quien se convirtió en ídolo del Manchester City así lo demuestran. Un jugador físicamente impecable, pero con una calidad única, que lo hizo acreedor del 'Jugador africano del año' por cuatro temporadas seguidas. 

Quizás, hoy en día, el futbolista que más se le parezca sea Naby Keita. El volante del Liverpool, que llegó del RB Leipzig, se caracteriza por ese control en la zona media y cuando decide pisar el área lo hace con efectividad. Casi todo el resto prefiere jugar en la delantera. 

Y es ahí donde aparecen los apellidos de Aubameyang, Salah y Mané. Tres jugadores que son cartas de gol asegurado para sus equipos. Que se potencian con la decisiones de sus entrenadores, pero que, al mismo tiempo, te llenan la canasta cuando menos te lo esperas. 

Aspectos complementarios

A diferencia de la temporada pasada, donde el 'Faraón' se autogestionó y llevó a niveles no pensados, en esta temporada los equipos no han tenido figuras descollantes que superen al resto ¿La razón? Que lo colectivo haya primado sobre lo individual. 

Los 22 gritos de gol de los tres artilleros es el número más bajo para un 'Bota de Oro' de la Premier desde la temporada 2010/11, cuando Dimitar Berbatov y Carlos Tévez terminaron el año con 20 dianas cada uno. 

Aunque parezca un dato negativo, esto no se puede ver del todo mal, pues cabe recalcar que Mané y Salah (Liverpool) solo marcaron el 24%, cada uno, de los tantos que hicieron los 'reds' en el torneo local; mientras que Aubameyang (Arsenal) hizo lo propio con el 30% de las anotaciones 'gunners'.   

Porque en los equipos de Klopp y Unai Emery, fueron 15 los jugadores que anotaron, por lo menos, algún tanto en toda la temporada. Esto demuestra que los equipos cada vez necesitan menos de figuras y más de complementos. 

Por eso, ampliar el panorama de anotaciones le dio una menor dependencia de sus figuras a cada equipo, lo que no quita que su presencia sea clave en los partidos importantes. Simplemente es un dato que, quizás, ayude a apreciar un poco más la calidad de tres jugadores africanos que la rompieron en una nueva edición de la Premier League. 

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