Se iba a vivir un lunes full entrenamiento en Universitario de Deportes y de pronto Roberto Chale anunció que el doble turno pasaba para el martes. Entonces, Juan Manuel Vargas aprovechó e invitó a todo el plantel a almorzar a un restaurante de Chorrillos.
Ahí, el ‘Loco’ fue el mismo bromista de siempre. Ese que, a sus 33 años, parece un chiquillo más. El que, sin embargo, en la cancha se transforma. Y no por cómo aguanta al rival, sino por el papel de DT que adopta. Uno rol que su experiencia respalda.
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Juan Manuel Vargas es feliz en Universitario de Deportes, su casa. “Volví para reencontrarme conmigo mismo, para ser feliz”, dijo y se le nota.
Joaquín Aguirre y Alexi Gómez son testigos. Mientras enfrentaban a la Universidad Católica de Chile, Juan Manuel Vargas no dejó de darles indicaciones. “Me decía que pasara o que esperara más tranquilo”, le contó ‘Joaco’ a Depor.
En el segundo tiempo, siguió dando instrucciones desde la banca. Además de ser líder, quedó claro que su ‘chamba’ no termina cuando se quita la ‘mica’, sino cuando suena el pitazonal. Esté dentro o fuera de la cancha.
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