Es julio del 2015. Claudio Torrejón está en el aeropuerto Jorge Chávez (Lima) y en sus manos de veinteañero lleva una maleta cargada de ilusiones rumbo a Armenia, en donde pretende construir su propio sueño americano y de paso llegar a la Selección Peruana.
Torrejón camina por el aeropuerto y cada respiro es más nostálgico que el otro, porque al lado tiene a toda la familia tratando de alentarlo como en el estadio para que su ambición profesional no se quiebre en llanto en medio de tantas emociones.
El avión de Claudio despegaba con el respaldo de ser campeón con el Sporting Cristal de Roberto Mosquera y con la memorable campaña de la Sub 20 de Perú con Daniel Ahmed.
Pero luego de un año, Torrejón llama a mamá para decirle que es campeón en Armenia y que ahora tiene que prender la TV para verlo en la Europa League, porque está seguro que clasificará con el Banants.
"Ya ves que sí se pudo", le dice mamá. Y él le responde: "Ahora solo falta jugar en la Selección Peruana junto a mis ex compañeros Cristian Benavente, Andy Polo y Edison Flores". Esta es la historia de Claudio Torrejón.
¿Fue muy difícil lograr la consolidación en la titularidad en Armenia?Era muy joven y fue muy difícil lograr consolidarme en el equipo titular, porque se trataba de otro estilo de juego, de otras exigencias técnicas y alimenticias.
¿Cuál es el proceso de alimentación por el que atraviesas?Llegué a Armenia con 1 kilo y medio de sobrepeso. Para mí, era normal el peso que tenía, pero el comando técnico español con el que trabajo me hizo entrar en razón, y ahora sigo una nutrición más saludable. Ellos me hicieron bajar dos kilos. Y ellos siempre me hablan de la importancia de estar en forma para poder rendir físicamente. Ahora peso 78 kilos.
Eso habla de una exigencia profesional, distinta al fútbol peruano. Todos los días te miden el peso y no puedes sobrepasar los límites de 100 0 200 gramos permitidos como máximo. Por ejemplo, antes de salir de vacaciones me advirtieron que no podía subir más de un kilo, porque estoy sujeto a multa.
¿Qué comías en Perú y qué comes en Armenia?En Perú te das el gusto de comer chatarra. En Armenia no puedes comer frituras y reemplazas eso por pescados y frutas. Ya me olvidé de la causa rellena y de los condimentos (risas).
¿Qué diferencias hay entre el fútbol de Armenia con el peruano?La dinámica es muy distinta, mas intensa y con mas fricción.
¿Qué referencia tienen en Armenia del fútbol peruano?El máximo embajador es Claudio Pizarro, por todo lo que ha logrado en Alemania y por asumir el liderazgo en la Selección Peruana. Además, conocen mucho de la carrera de Jefferson Farfán y Juan Vargas.
¿El cambio cultural te afectó?Fue muy difícil adaptarme a su idioma. Al principio no puedes tener ni siquiera una idea de lo que pretenden decir los oriundos de la zona. Además, ellos tienen un pensamiento muy cerrado, por lo mismo que aún viven con el pensamiento ligado y heredado de la Unión Soviética.
¿Trabajas al lado de un traductor?El comando técnico es español, pero el club trabaja con dos traductores, quienes están dispuestos a colaborar con nosotros. Normalmente las conversaciones se realizan empleando el inglés.
¿Qué sueles hacer en tus ratos libres?Paseo mucho con mi esposa. Además, aprendí que es muy importante descansar a tus horas, porque te recupera mucho después de cada entrenamiento.
¿Y los amigos?En el condominio viven también un argentino y un brasileño. Nos juntamos seguido porque compartimos culturas similares.
¿Por qué decides cambiar de un equipo a otro en Armenia?Estuve en Ulisses pero cambié a Banants, porque el primer club pasaba por una crisis institucional. Aposté por el segundo, porque el comando técnico se junto conmigo y la idea era salir campeón, y lo conseguimos.
LA SELECCIÓN PERUANA
¿En qué posición juegas actualmente y qué línea te sientes más cómodo?En Sporting Cristal jugaba como un volante mixto por fuera con Roberto Mosquera. En San Martín fui un volante ofensivo. En Armenia juego como volante central, avocado a la marca.
¿Sientes que tu recorrido internacional es determinantes para que Gareca se fije en ti?Trabajo para eso. Dejé mi país con la consigna de ser convocado a la Selección Peruana. Tengo la ilusión intacta.
¿Este recambio generacional es la oportunidad perfecta para que tus chances aumenten de cara a una futura convocatoria?Me motiva el hecho de que jugadores con los que pude compartir experiencias en Perú estén en esta selección joven.
A tus 23 años ¿qué podrías aportarle a la selección peruana?Gané mucha agresividad, me adapté a un fútbol europeo. Puedo aportarle mucha recuperación al equipo.
¿En tus planes no está retornar a jugar a Perú?No. Es más difícil pensar en eso cuando estoy apunto de jugar una eliminatoria para entrar a disputar la Europa League.
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