Días antes del partido con Argentina, debatíamos en Depor: ¿Tapia o Aquino? Jugábamos a ponernos en la cabeza de Gareca, a repasar sus onces, sus cambios y a argumentar, de un bando, que la experiencia y el trajín de Renato debían imponerse a pesar de su mínima participación en el Feyenoord. “Pero Pedro viene con ritmo y México es competitivo. Se ha vuelto indispensable en su equipo”, refutaba, no sin razón, el otro grupo.
La carrera la ganó el ‘Cabezón’, y en los 78’ que duró en cancha demostró por qué. El 'Tigre' le puso a Peña y Yotun como respaldos, haciendo cobertura zonal, para su misión más grande: perseguir a Messi. La eficacia de aquella marca escalonada se explica fundamentalmente en Tapia. En sus 6 quites de balón (un tercio de todos los que registró Perú) pese a que siempre fue el primero en salirle a Lio, en sus 3 faltas, en su inmediata recuperación cada vez que la ‘Pulga’ se lo llevaba. En su cara cuando cantaba, o más bien gritaba, con genuina euforia, el himno nacional.
Por el rival, por la cancha, por lo que nos jugamos, Tapia supo ser figura en el más difícil de los 20 partidos que lleva con la bicolor. “Son las dos semanas más importantes de mi vida”, dijo ni bien llegó a Lima, colocando él mismo la valla alta. En la Eliminatoria, en la que fue titular en 12 fechas, tiene la continuidad que le falta en su club, una desventaja que pone en discusión su puesto para muchos pero nunca para Gareca, quien, como ya supo hacer con Carrillo o Flores, lo convence de sí mismo y potencia sus virtudes.
Lo que viene para Renato –porque ya quedó claro quién es el titular, a pesar de que Aquino lo reemplazó muy bien– son otros 90’ muy duros, los últimos del proceso si no vamos al repechaje, ante la Colombia de James, que si juega de ‘10’ tendrá que ser mordido, como lo fue Messi, por nuestro ‘6’. Presión habrá, pero los partidos jodidos parecen caerle bien.
¿Le falta algo al ‘Cabezón’? Además de continuidad en Europa, sí: saber salir. Se atreve, pero no siempre toma buenas decisiones. Ante Argentina regaló tres balones; contra el Napoli, en la Champions, provocó un gol por hacer una ruleta. Deficiencias que nuestro Capitán del Futuro, como lo llaman en la interna de la selección por sus dotes de líder a sus 22 años, compensa y camufla con sus cualidades –técnica para marcar, ubicación, dominio de ambos pies y mucho corazón–, pero que debe ir apurando en solventar.