Realizar cualquier ejercicio físico o deporte es recomendable para la salud, ya que ayuda a prevenir enfermedades; sin embargo, al estar nuestro cuerpo sometido a una o varias actividades corremos el riesgo de sufrir lesiones, que también pueden producirse durante nuestro quehacer diario, y en el afán de buscar recuperarnos pronto seguimos tratamientos que no son los adecuados porque no identificamos exactamente lo que tenemos. Por esta razón, en la siguiente nota te daremos a conocer cuál es la diferencia entre un esguince, luxación y fractura.
Es el estiramiento o desgarro de los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación. Se produce cuando se estiran demasiado o presentan ruptura provocando que duela y se inflame. Cuando éste se encuentra en primer grado, el ligamento no llega a romperse. Si es de segundo grado, hay una rotura parcial y si es de tercero es grave porque implica la rotura del tejido ligamentoso.
Los ligamentos son bandas de tejido fibroso que se encargan de conectar los huesos en las articulaciones mediante los senos articulares. Los esguinces se producen en su mayoría en el tobillo, también puedes presentarse en las rodillas, muñecas o pulgares.
Es la dislocación de la articulación, esto supone que la estructura ósea pierde contacto con las superficies articulares. En palabras simples: es la salida de lugar de un hueso de su posición original, no necesariamente implica rotura, provocando incluso daños en los nervios y los ligamentos. Se produce, mayormente, por golpes fuertes y es bastante dolorosa.
Una fractura es la lesión en la estructura normal de un hueso; es decir, implica su ruptura. Si el hueso roto rompe la piel, se denomina fractura abierta o compuesta. En su mayoría ocurren por accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas. Debido a que implica la rotura del hueso el dolor es muy intenso.