Usain Bolt, tras ganar el domingo la prueba reina del atletismo, los 100 metros, afronta a partir del martes su especialidad favorita, los 200, con el relevo 4x100 en el horizonte. Su apuesta: lograr e tercer triplete olímpico consecutivo en Rio 2016. Su objetivo confeso: hacerse "inmortal".
Cuando logró su segundo triplete consecutivo en Londres-2012, el propio Bolt, que cumple 30 años el 21 de agosto, se autoproclamó una leyenda del atletismo. En Rio de Janeiro, ya ha realizado un tercio del trabajo, ahora le restan dos medallas de oro para realizar su enésima hazaña.
"Alguien dijo el año pasado que si lograba un nuevo triplete en Rio-2016, me convertiría en inmortal. Dos medallas más y ya está, seré inmortal", afirmó tras ganar la prueba de 100 metros.
A la final de 100 metros, la que representaba el mayor peligro, llegaba sin haber prácticamente corrido y con un "discreto" registro de 9.88, debido a una lesión muscular en julio. En semifinales marcó 9.86 y en la final 9.81, a una centésima de la plusmarca del año del estadounidense Justin Gatlin (9.80).
"Fue algo brillante. No fui tan rápido como hubiera querido pero estoy satisfecho de la victoria. Anuncié que lo conseguiría. Sabía que sería duro, pero la semifinal me dio mucha confianza y en la final, a partir de los 50 metros, me dije que alcanzaría a Gatlin y ganaría", señaló.
"Que hubiera menos de dos horas entre las semifinales y la final me afectó un poco. Normalmente tenemos más de dos horas. Aquí fue apenas una hora y media. Fue poco. Estaba muerto en la final. No fue lo mejor para mí, no me gustó. No tuve mucho tiempo para recuperarme, estoy envejeciendo. Habría podido ir más rápido con más tiempo de recuperación", indicó.
Pese a tratarse de su prueba favorita, Bolt llega a Rio-2016 habiendo corrido solo una vez los 200 metros, el 22 de julio en Londres (19.89), el quinto mejor tiempo de la temporada, tras haber pasado tres semanas de baja por su lesión muscular.
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