River Plate y Boca Juniors empezaron este jueves su preparación en Madrid para llevarse el domingo la Copa Libertadores en una final "medio rara" y bajo fuerte vigilancia policial tras los incidentes acontecidos en Buenos Aires que provocaron su reubicación.
Tras dos semanas de controversia e incertidumbre sobre cómo y dónde se disputaría el desenlace de la superfinal entre los dos archirrivales porteños, Boca y River ya estaban instalados este jueves en la capital española, donde realizaron sus primeros entrenamientos.
Boca, sin embargo, mantenía esperanzas de quedarse con los puntos y el título antes del domingo y estaba a la expectativa del Tribunal de Apelaciones de la Conmebol, pero los juristas fallaron este jueves en contra del xeneize de querer ganar la Copa en el escritorio.