Los aficionados griegos y croatas no podrán seguir a sus selecciones en los partidos de fuera de casa de la repesca europea que disputarán ambos países por una plaza en el Mundial 2018, anunciaron este jueves las dos federaciones.
La ida se jugará en Zagreb el 9 de noviembre y la vuelta en Atenas el 12. Ambos partidos se han considerado de riesgo, debido a la violencia habitual entre una parte de las hinchadas de ambas selecciones.
Los ultras griegos son conocidos por mantener buenas relaciones con los serbios, grandes rivales de los croatas.
En consecuencia "las federaciones han tomado como decisión común no vender entradas a la afición rival", señaló la Federación Croata (HNS).
La decisión fue tomada tras una reunión el jueves en Atenas "en presencia de responsables policiales", precisó la Federación Griega (HFF). Los únicos espectadores visitantes serán los miembros "de la delegación oficial de cada federación visitante", agregó. EFE