Minuto 88 del partido entre Universitario de Deportes y Sporting Cristal. Eduardo Esidio amaga para su zurda, esa pierna privilegiada que tantas alegrías le dio a los hinchas cremas, y saca el centro preciso. En el área, solo, está Gustavo Grondona, quien la ve venir, perfila la ‘pelada’ y le da fuerte, bien, al lado opuesto del arquero. Su único error es la dirección. No entró.
El ‘¡nooo...!’ desde las tribunas retumba en el antiguo Nacional, casi tanto como el ‘ufff’ del primer minuto, cuando Universitario de Deportes tuvo su primera llegada. Porque de las 45 mil almas presentes ese miércoles 23 de diciembre de 1998, casi tres cuartas partes son cremas. La ‘U’ necesita de su gente. Alienta y también sufre, como en ese momento. En la cancha, Grondona se lamenta con el rostro hundido en el césped. Qué iba a saber él que 20 minutos después estaría dando la vuelta olímpica en calzoncillos.
Los chicos de Piazza
Sporting Cristal campeonó en 1994, 1995 y 1996, y fue subcampeón de América (1997). Alianza levantó el título de 1997. La hinchada crema exigía resultados. El argentino Osvaldo Piazza era el técnico. Con él, llegaron refuerzos del extranjero que destacaron. Sin embargo, lo que caracterizó al ‘che’ fue la confianza que les dio a los más jóvenes del club.
Con él, debutaron 11 juveniles, entre ellos Mario Gómez (16), Piero Alva (19), Anthony Matellini (18), Jorge Araujo (19) y Luis Cordero (17). Los tres últimos fueron titulares la noche del 23 de diciembre. En el Apertura, Universitario de Deportes arrasó, con el ‘Toro’ Cantoro como figura. El Clausura no fue bueno: los celestes campeonaron y llegaban embalados a la final. La ida la ganaron 2-1, pero faltaba el partido final.
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La hora de la verdad
Los cremas salieron con todo y metieron a Sporting Cristal en su arco. Grondona y Marko Ciurlizza tomaron las riendas, acompañados de Anthony Matellini –reemplazante del suspendido ‘Puma’ Carranza– y un ‘endiablado’ ‘Pompo’ Cordero. Esidio y Roberto Farfán completaban el ataque. El dominio era de la ‘U’, pero la pelota no entraba. Cristal intentaba, pero surgió la figura de Luis Guadalupe, quien jugó ese partido de central. Junto a Falaschi y ‘Coco’ Araujo, anularon a los cerveceros.
Producto de esa frustración, a los 32’, Nilson Esidio –primo de Eduardo– pateó sin pelota a Ciurlizza, y fue expulsado. Fue un nuevo impulso para los cremas y tuvieron recompensa: centro de Giuliano Portilla, salida en falso de Ferro, y ahí estaba Farfán para meterla. Para el segundo tiempo, Cristal era otro. Franco Navarro, su DT, puso a los Zegarra, Pablo y Carlos, pero dejó desprotegida su defensa. Otra vez la ‘Foca’ apareció, tras un tiro al palo de Esidio.
El título estaba cerca y Piazza decidió cerrarlo con el ingreso de Juan Pajuelo y César Casas. Pero a los 72’, Portilla vio la roja. A los 74’, Andrés Mendoza descontó. Y en la última, Grondona falló solo. A sufrir con los penales.
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Garra crema
Se decidían los lanzadores y Guadalupe salió al frente. “‘Profe’, yo voy”, le dijo a Piazza. El DT percibió la seguridad en sus ojos y su voz, y confió en él: “Ponlo en la lista”. La tanda iba 2-2, y era el turno del ‘Cuto’. Los 33 segundos que demoró en llegar al punto de penal, acomodar la pelota y patear fueron acompañados por un silencio inusual en una hinchada que no se había cansado de gritar en los 90’.
Y ‘Lucho’ cumplió. Luego apareció Óscar Ibáñez: tapó el penal de Carty, y Esidio puso el definitivo. Y se desató la locura crema. ‘Edú’ con el polo “Yo amo a Jesús”, hinchas invadiendo la cancha, Piazza corriendo y cayendo. La vuelta olímpica. Ibáñez trepado en el arco norte, Cantoro y el ‘Puma’ en hombros. Grondona y el ‘Cuto’ en calzoncillos.
Pasaron 20 años, y en Universitario de Deportes aún se recuerda ese título como si fuera ayer. El primero de un grupo que entraría a la historia crema por lograr el ‘Tri’. Sí, las finales se ganan. Ese equipo de la ‘U’ tenía con qué ser campeón. Y lo logró.
Escribe: Eduardo Sotelo